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Una confesión del amor sin límites de Dios

28 02 2025

Autor: Andreas Rother

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Para los cristianos nuevoapostólicos, el Servicio Divino en ayuda para los difuntos suele ser una cuestión muy personal y llena de emoción. Pero hay una buena razón para ello: preguntas y respuestas sobre la doctrina.

Los Servicios Divinos en ayuda para los difuntos tienen lugar el primer domingo de marzo, julio y noviembre. Además del recuerdo, la oración y la intercesión, también incluyen la dispensación de los Sacramentos. En los Servicios Divinos oficiados por el Apóstol Mayor y los Apóstoles de Distrito, dos portadores de ministerio reciben el Santo Bautismo con Agua, el Santo Sellamiento y la Santa Cena en representación de los difuntos.

Pero ¿hay realmente vida después de la muerte?

La creencia en la inmortalidad del alma solo se encuentra en la Biblia de forma rudimentaria. Esta se desarrolla desde el Antiguo Testamento, pasando por sus escritos tardíos (“Apócrifos”), hasta el Nuevo Testamento. Recién en el período post-testamentario las ideas griegas y judías se funden en la coexistencia cristiana: la personalidad permanece intacta, el estado del alma depende de su cercanía o lejanía de Dios.

¿Puede seguir cambiando el estado del alma?

La mayoría de los cristianos están de acuerdo: tanto el catolicismo como la ortodoxia enseñan que puede haber un desarrollo en el más allá. El protestantismo adopta un punto de vista diferente: el Padre de la Iglesia Lutero habla del sueño del alma. La teoría actual de la muerte completa supone la aniquilación del individuo y su nueva creación en la resurrección.

¿Existe un fundamento bíblico para nuestra concepción de los difuntos?

La transmisión de la salvación a los difuntos está vinculada a las Sagradas Escrituras de tres maneras:

  • La voluntad salvífica universal de Dios: Él quiere que todos los seres humanos sean salvos.  Y Jesucristo es Señor sobre vivos y muertos.
  • El descenso de Jesús al reino de los muertos para transmitir salvación. Esta idea se encuentra también en el “Apostolicum”, uno de los credos interconfesionales más importantes.
  • En el Bautismo de Corinto con representantes, en el que algunos se bautizaban en lugar de sus familiares fallecidos. El Apóstol Pablo menciona esta práctica sin criticarla, como hace en otros casos.

¿Por qué tiene que ocurrir esto en este mundo?

Jesucristo dio el ejemplo: vino a esta tierra para traer la salvación. Esto tiene validez universal, es decir, vale para este mundo y para el más allá. El Catecismo dice: “Así como Jesucristo ofreció sobre la tierra su sacrificio, la transmisión de salvación también se realiza sobre la tierra a través de los Apóstoles. Ya que los Sacramentos siempre tienen un lado visible, solo pueden ser llevados a cabo en el ámbito de lo visible” (Catecismo INA 9.6.3).

¿Por qué son necesarios los representantes?

El principio de la representación se denomina también ley estructural de la historia bíblica de la salvación. Un ejemplo paradigmático es el canto del siervo de Dios en Isaías, donde el justo intercede por el culpable cargando con su pecado.  El principio se practica de forma diferente según la confesión: a veces un cura consagrado asume el papel de Jesucristo durante la Santa Cena. Y a veces los padres o padrinos confiesan en representación su fe en el Salvador durante el Bautismo. Y los cristianos nuevoapostólicos confiesan su creencia de que el principio de la representación sirve tanto a los muertos como a los vivos.

¿No está en desuso esta práctica entre los cristianos?

El acordarse de los difuntos y la intercesión en el contexto sacramental de los festejos de la Santa Cena también son familiares en otras confesiones. Por ejemplo, las “celebraciones eucarísticas recordando a los difuntos” ocupan un lugar fijo en el calendario de las comunidades católicas. Y la ortodoxia atribuye un poder especial a las intercesiones cuando tienen lugar en la “Divina Liturgia”. Allí, al preparar el pan de comunión también se cortan algunos trozos en nombre de los difuntos. 

Y el famoso teólogo evangélico Dietrich Bonhoeffer aborda el Bautismo en representación en su dictamen pericial “Sobre la cuestión del Bautismo” de 1942: “¿Por qué una concepción así del Bautismo no habría de dar lugar también a tal costumbre como una expresión extrema […] del poder del Sacramento?”.


Foto: christianchan – stock.adobe.com

28 02 2025

Autor: Andreas Rother

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