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La fe en tensión: cuatro puntos de apoyo

02 09 2025

Autor: Andreas Rother

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Contrapuntos en la oración de las oraciones y posibles malentendidos entre bendición y agradecimiento: de esto tratan los Servicios Divinos dominicales de septiembre. 

Un puente que acerca lo que parece lejano 

“Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos”. Esta es la oración que Jesucristo mismo enseñó. Pero en un análisis más profundo de ese comienzo, aparece una contradicción: por un lado, la forma muy personal de dirigirse a Dios, como “Padre nuestro” (algo que no era del todo desconocido en el judaísmo de la época pero sí inusual). Por otro lado, santificar su nombre, reconociendo su carácter elevado y majestuosidad.  

Entonces, ¿lo cercano y lo lejano se encuentran en este versículo de Mateo 6:9? El Servicio Divino del primer domingo de septiembre explica cómo ensambla todo esto y qué efectos tiene en la vida cotidiana de los creyentes: impacta en nuestra vida de oración, en las palabras que usamos y en nuestra relación con el prójimo. 

Santiago le explica a Mateo 

“Y no nos metas en tentación”. Esta es otra frase del Padre Nuestro que podría percibirse como una contradicción. ¿Por qué el Dios bondadoso llevaría deliberadamente a los seres humanos al mal? 

El Servicio Divino del segundo domingo, 14 de septiembre, explica cómo debe ser realmente interpretada esta petición de Mateo 6:13 y qué relación tiene con la carta de Santiago. La segunda parte del versículo es decisiva: “…mas líbranos del mal”. Dios nos da los medios y las oportunidades para ello; pero también es necesario que eso sea utilizado. 

La verdadera riqueza  

Desearíamos ser ricos, hermosos y sanos, sin embargo la bendición es algo completamente diferente. Pero, ¿qué es exactamente? ¿Y por qué se supone que eso es algo bueno? La epístola a los efesios nos brinda respuestas en el capítulo 1, a partir del versículo 3. El Apóstol Mayor nos habla sobre algunas “indicaciones llamativas”.  

El Servicio Divino del tercer domingo, 21 de septiembre de 2025, se centra en la bendición de Dios, que es de una naturaleza espiritual, que no cambia nuestras condiciones de vida, sino que fortalece nuestra relación con Dios. Y esto se debe a bendiciones muy concretas. 

Más que el diezmo 

Abram llevó una ofrenda, específicamente “los diezmos de todo”. Esto es lo que nos relata Génesis 14:20. Pero esa no fue su respuesta más importante a la generosidad de Dios. También resistió un ofrecimiento inmoral que lo habría convertido en un hombre rico. 

¿Y qué tiene que ver esta historia antigua con nosotros hoy? La explicación está en el Servicio Divino del cuarto domingo, 28 de septiembre de 2025. Un pequeño “spoiler”: la verdadera bendición no se experimenta en el poder o la riqueza terrenales, sino al entregarse a la voluntad de Dios. 


Foto: Muhammad – stock.adobe.com

02 09 2025

Autor: Andreas Rother

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