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Quienes busquen a Dios encontrarán su bondad

03 09 2025

Autor: Sophie Berg

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El temor de Dios no es un miedo aterrador, sino más bien un profundo respeto, confianza y gratitud. Esto es lo que el Apóstol Mayor dejó claro recientemente y mostró lo que significa para nuestra vida cotidiana.

“¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, que has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!”. El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider utilizó este texto bíblico de Salmos 31:19 en un Servicio Divino que condujo en Boya, en el sudeste de la República Democrática del Congo, el viernes 25 de julio de 2025. Participaron del servir alrededor de 2700 personas.

Respetar a Dios y tomarlo en serio

El temor de Dios no significa que le tenemos miedo. Significa que lo respetamos y lo buscamos. Pero ¿qué significa decir que respetamos a Dios?, preguntó el Apóstol Mayor.

Dios el Padre: El Apóstol Mayor dijo que debemos tomar consciencia de su majestuosidad y su omnipotencia, someternos a su autoridad y obedecerle. “No vamos a comenzar a discutir con Dios”, porque “sabemos que Él es perfecto, que nunca comete errores y que nunca está equivocado”. Dios quiere darnos buenas cosas, dijo: “Mi Dios es un Dios de bondad, e incluso si no comprendo lo que hace, confío en Él”. Dependemos de Dios. Nada se debe a nuestro propio mérito: “Lo que hemos recibido, lo hemos recibido por gracia”. Todo viene de Dios, y le estamos agradecidos por ello.

Jesucristo el Hijo: “No debemos jugar con la gracia”, dijo el Apóstol Mayor, “porque no tomar nuestros pecados en serio significa faltarle el respeto al sacrificio de Jesucristo”. Jesús sufrió y murió en la cruz para que nosotros podamos recibir gracia. Y no deberíamos poner excusas, sino que deberíamos seguir el llamado del Señor, “Ven, hoy te prepararé para que entres a el cielo”. Y “debemos darnos cuenta de que Jesús nos da algo que no podemos obtener por nuestros propios esfuerzos. Él nos lo da por gracia”, enfatizó el Apóstol Mayor. “Si quiere darle lo mismo a alguien más, eso no es asunto nuestro”. Es importante que aceptemos esto.

El Espíritu Santo: El Espíritu Santo enseña que Dios se ha revelado en Jesucristo, y Jesucristo nos muestra cómo es Dios: un Dios de bondad, de amor, de perdón y de misericordia. Quiere salvar a todos los seres humanos. “Tomemos en serio la palabra de la prédica. Está dirigida a nosotros, no a alguien más”, apeló el Apóstol Mayor, instando: “No entristezcan al Espíritu Santo robando, mintiendo, peleando y situaciones semejantes”. Esto destruye lo que el Espíritu Santo ha construido. De esta manera, dañamos a su Iglesia, destruimos la unidad y destruimos lo que Él pretendía hacer con nosotros al hacernos una nueva creación”.

Quienes buscan a Dios quieren ser semejantes a Cristo

“Dios concede su bondad a los que lo buscan”, dijo el Apóstol Mayor. Quienes lo buscan, antes de tomar una decisión, quieren saber qué piensa Dios. Y los que buscan a Dios son los que buscan ser como Jesucristo. Saben que esta es la única manera de entrar en el cielo. “Dios es bueno. Él quiere darnos la vida eterna, que no podemos obtener por nosotros mismos”, afirmó el Apóstol Mayor y luego resumió su prédica: “Él la concede a aquellos que temen al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo”.

03 09 2025

Autor: Sophie Berg

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