El mundo está lleno de inestabilidad y fluctuaciones. ¿Cómo se puede lograr una base firme que dé paz y seguridad? El Apóstol Mayor brinda una guía.
En el centro del Servicio Divino del 24 de agosto de 2025 en Tirana, Albania, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider colocó la palabra de Isaías 28:16: “Por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure”.
La realidad terrenal frente a la realidad divina
En el mundo y la sociedad actuales se ven muchas cosas desagradables: inquietud, guerra, violencia, injusticia. “Mucha inestabilidad, muchas fluctuaciones”. El Apóstol Mayor afirmó: “A veces me parece que el amor hoy en día es temporal”. El amor ya no existe, y eso causa mucho dolor y sufrimiento en el mundo. “La propia persona es más importante que los demás. Eso inquieta”. La inquietud tampoco se detiene ante la vida de fe, hay muchos cambios, incertidumbre y miedo al futuro. Dios conoce esta realidad, ve los problemas, las cargas. “Pero quiere mostrarnos la realidad divina. Dios siempre es mayor que la necesidad”.
Edificados sobre un cimiento firme
“Cree en Dios. Él te conoce. Él te ama. Él es el más fuerte. Y cree en Jesucristo”, exhorta el dirigente de la Iglesia. Porque: “Él es esa piedra, esa piedra firme, de cimiento estable. Dios brinda seguridad para el ser humano a través de Jesucristo”. Esta piedra, este fundamento firme e inquebrantable, abarca:
Evangelio: “La doctrina, el Evangelio de Jesucristo, es la verdad, y eso será eternamente cierto”. No importa lo que piensen las personas, no importa cuántos crean en ello. El cielo y la tierra pasarán, pero sus palabras no pasarán. “Un fundamento firme, un fundamento inamovible”.
Amor: “Dios ama a las personas incondicionalmente”. Eso nunca cambiará. “Si tú no eres fiel, Él permanece fiel”. Aunque alguien se comporte muy mal, Él lo ama de todos modos: “Su amor está firmemente cimentado”.
Gracia: “El sacrificio de Cristo es eternamente válido para todos los seres humanos”. Todo aquel que cree en Él y se arrepiente puede obtener la gracia y el perdón. Si el pecado es poderoso, la gracia es aún más poderosa. “La gracia de Jesucristo es un fundamento firme”.
Omnipotencia: “Una base muy firme: Jesucristo es omnipotente. Tiene todo el poder en el cielo y en la tierra”. Es fiable. Hace exactamente aquello que quiere, aquello que ha decidido, y nadie puede impedirlo.
Promesas: “Sus promesas son un fundamento firme”. No son promesas humanas, porque las promesas de Dios son verdaderas. “Jesucristo ha prometido: Vendré otra vez y os llevaré conmigo para que estéis donde yo estoy”. Esto no es un sueño, ni un hermoso consuelo, sino una realidad divina. “Dios prometió a los Apóstoles: Estaré con vosotros hasta el fin”. Él llevará su Obra a la consumación a través del apostolado. Ha prometido que bendecirá a su Iglesia y estará con ella. Las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. “Es simplemente una verdad divina. Podemos confiar en ello”.
Firmeza a causa del vínculo
“¿Nos quedamos en esta roca o no?”, preguntó el Apóstol Mayor. “Tú eres responsable de tu vínculo con esta piedra. Dios ha dado la piedra”. Y continúa: “Pero ahora debes asegurarte de que estás firmemente unido a esta piedra firme, de que tienes seguridad”. Este vínculo personal se genera a través de:
Fe: “Debemos creer en Jesucristo”. No se trata de una fe tradicional, ya que la verdadera fe es mucho más profunda: “Es la certeza de lo que no se ve”, la confianza total. Él determina la vida y todas las decisiones. “La fe firme determina nuestra relación con Jesucristo”.
Amor: “Nuestro amor a Dios también genera vinculación”. A través de él, uno permanece fiel, no por cosas terrenales, porque de lo contrario, en algún momento toda la estructura de la fe se derrumbará.
Gracia: “Debemos recibir la gracia una y otra vez”. Porque cada pecado nos separa de Dios y daña nuestra relación con Él. “Para obtener el perdón verdadero, debes ser consciente de tu error, arrepentirte sinceramente y estar firmemente decidido a no volver a cometerlo”.
“Permanece fiel al Señor, sin importar lo que suceda a tu alrededor. Quien permanezca fiel hasta el final, recibirá la salvación”, exhortó Jean-Luc Schneider. “Asegúrate de estar estrechamente unido a Jesucristo. Entonces tendrás paz y seguridad”.








