Puede haber ordenación de mujeres

2022 pasará a los libros de historia nuevoapostólica. Por primera vez, la Iglesia ha respondido en términos doctrinarios a una pregunta que data de hace aproximadamente 160 años. La posibilidad de ordenar a mujeres tendrá efecto a partir de 2023.

Tradicionalmente, la Iglesia Nueva Apostólica en principio solo ha designado a hombres en los ministerios de Diácono, Pastor o Apóstol. En la primera mitad del siglo XX se produjo una excepción con el encargo dado a Diaconisas. Pero ni lo uno ni lo otro quedaron suficientemente establecidos como doctrina.

Con los trabajos en el Catecismo, poco a poco fue llegando una respuesta. En efecto, la Iglesia estaba revisando, concretando y actualizando toda su doctrina. Por razones de tiempo, solo la interpretación de Iglesia y de los Sacramentos pudieron ser completamente elaboradas en el momento de la publicación en 2012. La interpretación de ministerio quedó esbozada.

La visión de conjunto

La formulación de esta interpretación comenzó en 2014 y se hizo en un sentido amplio. Había que aclarar lo siguiente

  • Primero: ¿Qué es el ministerio?
  • Luego: ¿Cómo funciona el ministerio?
  • Y solo entonces: ¿Quién puede ser portador de un ministerio?

Los resultados fueron elaborados paso a paso. En 2017, el Apóstol Mayor informó sobre un estado provisional. Y en Pentecostés de 2019 entró en vigor la diferenciación entre ministerio y función de conducción.

La Biblia bajo la lupa

Después del “qué” y del “cómo”, fue objeto de debate desde entonces el “quién”, que solo puede aclararse mediante una evaluación adecuada de la Biblia. También aquí se plantearon en principio tres cuestiones:

  • ¿Qué dice Dios?
  • ¿Qué dice Jesucristo?
  • ¿Qué dicen las epístolas de los Apóstoles?

La voluntad de Dios queda clara en la historia de la creación. Él creó al hombre y a la mujer en igual medida a su imagen, con igual valor, igual dignidad e igual responsabilidad para dar forma a la vida.

En cuanto a Jesucristo, la situación no está clara. Él no dijo nada al respecto. Sus acciones son ambiguas. Por un lado, trataba a las mujeres mejor de lo que era habitual en la época. Por otra parte, solo instituyó a hombres como Apóstoles. Quien tome esto como modelo también tendría que seguirlo en cuanto a instituir solo a judíos.

Las epístolas de los Apóstoles son contradictorias. Unas veces se supone que la mujer debe hablar proféticamente en el Servicio Divino, otras que debe permanecer en silencio. Tal rechazo se justifica por el hecho de que Eva trajo el pecado al mundo, mientras que otras epístolas ven exactamente esta culpa en Adán.

Decisión para todos

¿Cuál es el resultado final? La creación de Dios, que era buena, prevé la igualdad del hombre y la mujer. Todo lo que en el ejemplo de Jesús o en las epístolas de los Apóstoles –tal vez– hable en contra, no puede resistir la voluntad del Creador.

Así pues, corresponde al apostolado tomar una decisión para el futuro de la Iglesia. ¿Puede hacerlo? ¡Por cierto! Porque Jesucristo mismo ha dado a los Apóstoles la autoridad de desatar y atar, es decir, de declarar vinculantes las normas.

Así, la asamblea de Apóstoles de Distrito, en consulta con todos los Apóstoles, decidió en junio de 2022 “que se les puede confiar autoridad ministerial a las mujeres”. Sin embargo, “el correspondiente encargo ministerial se impartirá allí donde sea aceptado por la sociedad y la comunidad”. Pues los aspectos culturales no solo deben tenerse en cuenta en el análisis bíblico del pasado, sino también en las circunstancias del presente.

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