En las tempestades de la vida: “¿Dónde está vuestra fe?”

Todos alguna vez deben pasar por tiempos de tempestades, cada creyente individualmente, pero también la Iglesia en general. Entonces se plantea la pregunta: “¿Dónde está vuestra fe?”. El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider brinda toda una serie de respuestas y nos permite echar un vistazo a uno de los momentos más decisivos de su vida.

El Servicio Divino del 8 de febrero de 2015 en Torgau (Alemania Central) se basó en el texto bíblico de Lucas 8:25: Por mandato de Jesús, los discípulos habían comenzado a cruzar el lago. Cuando comenzó la tormenta, los experimentados pescadores se dieron cuenta de que no podían luchar solos contra los impetuosos elementos. Presa del pánico, despertaron al Señor. Jesús calmó a las fuerzas de la naturaleza y les habló a los discípulos: “Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe?”.

“El Señor nos ha hecho una invitación: llévame contigo en tu barco de la vida. Nos dirigiremos a una meta hermosa”, dijo el Apóstol Mayor. “Pero puede pasar que nuestro barco de la vida tenga que atravesar una tempestad, entonces en nuestra vida hay turbulencias y puede levantarse en nosotros la pregunta de si el Señor nos ha abandonado“. La respuesta del Señor, dijo el Apóstol Mayor, es: “¿Dónde está tu fe?“.

Incluso la Iglesia está expuesta a tiempos de tempestad, siguió diciendo el Apóstol Mayor Schneider refiriéndose a un tiempo de crisis que ésta está atravesando en Europa: falta de gente joven, disminución de la concurrencia a los Oficios, cierre de comunidades. Los Apóstoles, los siervos, los hermanos y hermanas, todos hacen las cosas lo mejor que pueden. Algunos creen que habría que reformar la Iglesia. Otros, en cambio, que ya hubo desmasiados cambios. Y algunos temieron un naufragio de la Iglesia. “La respuesta del Señor es: ¿Dónde está tu fe?”.

A los ojos del Apóstol Mayor, esta pregunta invita a la siguiente respuesta: “Vuélvete a ocupar de los fundamentos de tu fe”. Entonces él piensa concretamente en la Confesión de fe nuevoapostólica:

  • Creemos en Dios, el Padre: Él está velando por nosotros. Los hijos no siempre pueden entender a su padre. “Pero nosotros confiamos en nuestro Padre, especialmente porque Él es el todopoderoso Dios”.

  • Creemos en Jesucristo, el Redentor: “Él no vino para ofrecer a los hombres una vida mejor, sino para traerles otra vida: la vida eterna.

  • Creemos en el Espíritu Santo, el Consolador: Él nos manifiesta y concede todo lo que es necesario para nuestra salvación.

  • Creemos en la Iglesia de Cristo: El Señor vela por su Iglesia para que pueda cumplir con su encargo hasta el final: hacer accesible la salvación a la humanidad.

  • Creemos en el apostolado: Creemos que el Señor gobierna en su Iglesia y que por eso envió a sus Apóstoles que estarán activos hasta el retorno del Señor. “No digo que ahora cada uno tenga a un Apóstol delante de la puerta de su casa, pero ¿no nos puede pedir el amado Dios que le demostremos que el Servicio Divino es importante para nosotros?”.

  • Creemos en los Sacramentos: en el Santo Bautismo con Agua, la Santa Cena y el Santo Sellamiento. “Nuestra fe no cambió tanto, en realidad. Lo esencial quedó. Todo lo demás son adaptaciones que conciernen a cosas que están al margen”: nuestros hábitos, costumbres y tradiciones.

  • Creemos en el retorno de Cristo: “En ninguna parte hay algo escrito sobre una fecha, tampoco dice que todos deben llegar a ser nuevoapostólicos. Ni está escrito que el Señor vendrá cuando la Iglesia esté llena. Lo que sí está escrito es que vendrá otra vez para llevar consigo a los que lo estén esperando y que se hayan dejado preparar”.

“¿Dónde está vuestra fe?” A esta pregunta, la comunidad responde durante el festejo de la Santa Cena, destacó el Apóstol Mayor: confiesa entonces la fe en el amor y el poder de Dios, en la Iglesia, en el apostolado y en el retorno de Cristo.

“¿Dónde está tu fe?” Con esta pregunta, el Apóstol Mayor Schneider vincula recuerdos muy especiales: “En mi vida también hubo momentos en los cuales no estuve muy firme en la fe, donde no quería aceptar lo que el amado Dios se proponía conmigo. Y una y otra vez recibí en mi vida esta respuesta del amado Dios de una u otra forma después de abrir la Biblia, en el Servicio Divino, en alguna conversación”. Cuando el Apóstol Mayor Wilhelm Leber le comunicó que debía ser su sucesor, “me estremecí por completo. Entonces él me dijo: Sí, y ¿dónde está tu fe ahora?”.

Jean-Luc Schneider respondió a esta pregunta en Pentecostés 2013 en Hamburgo, con el “sí” que pronunció e

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Andreas Rother
12.02.2015
Alemania, apóstol mayor, servicio Divino