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Paz, un tema de decisión

marzo 26, 2015

Autor: Andreas Rother

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Encontrar paz en Cristo: es la meta de la fe. Pero ¿qué constituye la paz? ¿Cómo se la alcanza? A veces también hay que luchar por ella. Así dice una parte de la respuesta de un Servicio Divino del Apostol Mayor.

De Colosenses 3:15 proviene el texto bíblico que sirvió de base al Servicio Divino del 15 de marzo en Schaffhausen-Neuhausen: «Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos». Tres aspectos fueron definidos con todo detalle en la prédica del Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider:

«La paz de Cristo» – reconciliados para siempre con Dios

¿Qué es la paz de Cristo? «Pablo dice que Jesús es nuestra paz porque por su sacrificio nos reconcilió a los hombres con Dios», hizo referencia a Efesios 2:14-16. «Pero la paz de Cristo también es la paz que Jesús tenía cuando estaba sobre la tierra. Él tenía paz en el corazón porque sabía que su Padre lo amaba».

La seguridad interior conduce a otra paz: «Jesús estaba absolutamente seguro de cómo terminaría su vida» continuó el Apóstol Mayor mencionando las palabras de Juan 16:28: «Salí del Padre y […] voy al Padre». Cristo también quiere llevar a los hombres a la eterna comunión con Dios.

«Jesús instituyó una y otra vez la paz entre los hombres». Al respecto el Apóstol Mayor Schneider mencionó dos ejemplos: la acusación de la adúltera de Juan 8 («El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra – y ya hubo paz») y la disputa por el rango de los discípulos de Lucas 22 («Él les indicó ser humildes»).

«Gobierne en vuestros corazones» – poner por obra la palabra

¿Cómo puede gobernar la paz de Cristo en nuestro corazón? «Esto significa en el lenguaje moderno que Él debe determinar nuestras decisiones», explicó el Apóstol Mayor Schneider. «Una y otra vez debemos tomar la decisión de poner por obra la palabra de Dios», sigue con la mención de las palabras de Jesús de Juan 14:23: «El que me ama, mi palabra guardará».

«El que quiere la paz de Cristo, debe luchar hasta el fin contra el mal», dejó en claro. «Si lucho con Cristo, obtendré la victoria, pero debo luchar».

«Busquemos la paz con los hombres. Este también es un tema de decisión, hagamos lo que contribuye a la paz», decía el llamado: «Yo perdono, yo me reconcilio, yo soy humilde».

«En un solo cuerpo» – como parte de la Iglesia de Cristo

«El cuerpo es aquí la imagen de la Iglesia de Cristo», explicó el Apóstol Mayor. «El miembro no recibe el alimento directamente. El miembro recibe la fuerza que necesita sólo a través del cuerpo. La verdadera paz de Cristo sólo puede experimentarse en el cuerpo, en la comunidad del Señor».

«Allí recibimos la palabra de Dios, donde los Apóstoles están trabajando, recibimos la Santa Cena, la fuerza que necesitamos», acentuó. «Debemos pelear la batalla, ¿quién de nosotros podría afirmar que puede hacerlo solo? Nos necesitamos unos a otros. La comunidad es un estar para los demás, un compartir con los demás».

«Creemos en la Primera Resurrección, esto significa que el Señor viene y llevará consigo a un pueblo, a una comunidad, en este mundo y en el de allende», expresa el Apóstol Mayor Schneider. «También esta paz de Cristo la recibimos sólo en un cuerpo, que es parte de este cuerpo. Entonces tendremos paz eterna en Cristo».

marzo 26, 2015

Autor: Andreas Rother

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