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Adviento: esperar al Señor

noviembre 28, 2015

Autor: Peter Johanning

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Antes las personas preguntaban: ¿Cuándo viene el Mesías? Las antiguas escrituras habían hecho referencia a Él. Él vino «cuando el tiempo se había cumplido». Hoy los cristianos preguntan: ¿Cuándo viene otra vez el Señor? El Adviento debe hacérnoslo recordar.

El Adviento, del latín «adventus»: llegada, es lo que en el calendario es llamado el tiempo previo a la Navidad. Los cristianos miran hacia la fiesta del nacimiento de Jesús y se preparan para esa fiesta durante los cuatro domingos de Adviento. Tienen por delante la Navidad.

El hecho de que el Señor nació -adoptó la condición de hombre- justo en Navidad, es una convención muy antigua. El papa Gregorio el Grande creó el tempus adventūs Domini en la forma actual en el siglo VII. Cuatro domingos, que vienen a ser 4000 años después de la caída en el pecado en el paraíso.

Esto no dejó de ser cuestionado, y se necesitó un arbitraje. La así llamada disputa de Estrasburgo sobre el Adviento fue resuelta en 1038. Allí se decidió que el Adviento debía durar cuatro semanas. En los años en los que la fiesta de Navidad cae un lunes, el cuarto domingo de Adviento es al mismo tiempo Nochebuena. El concilio de Trento (1545–1563) reafirmó esta regla.

Cristo viene otra vez

Pero el Adviento es más que el tiempo previo a la Navidad. Pues el Adviento hace recordar, asimismo, el retorno de Jesucristo. Jesucristo quiere venir otra vez. El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica dice al respecto en el párrafo 3.4.15: «La promesa del retorno de Jesucristo es un elemento central en la anunciación del Nuevo Testamento. […] Cristo vendrá nuevamente y tomará consigo a los suyos de entre los muertos y los vivos. Este acontecimiento no es el juicio final, sino que Él volverá por la novia de Cristo para llevarla a las bodas del Cordero (Apocalipsis 19:7)».

El Evangelio informa que, los antiguos Apóstoles lo han escrito, nuestra fe se basa en la muerte y resurrección del Señor y su retorno. El Catecismo INA sigue diciendo: «Los pasajes bíblicos citados hablan del retorno de Cristo como un hecho que tendrá lugar pronto y con certeza, el cual traerá salvación y comunión con Cristo y por lo tanto, consuelo en la tribulación y la aflicción (Romanos 8:17-18). Así la promesa del retorno de Cristo es una buena nueva dirigida a todos los hombres».

Un tiempo de esperanza

El Adviento, por lo tanto, también es un tiempo de esperanza. Con el nacimiento de Jesús se cumplieron varias promesas divinas que Dios había dado antes. Navidad, entonces, no es para nosotros sólo una fiesta que se caracteriza por la meditación o la tradición, sino una confirmación de que Dios cumple todo lo que ha prometido. Esto fortalece nuestra certeza en la fe de que pronto se cumplirán todas las promesas que se refieren a la segunda venida de Cristo.

El tiempo de Adviento nos debe incentivar a aproximarnos a la venida de Cristo en el silencio y con profundidad. Así como dice el conocido canto: «Abrid la puerta de par en par / que el Rey ya viene en su majestad, / muy pronto viene en su majestad / el Salvador de la humanidad, / que trae vida y salvación, / cantad, cantad su gloria y honor, / su gloria y honor, / su inmensa gloria y honor«.

Foto: eyetronic – Fotolia

noviembre 28, 2015

Autor: Peter Johanning

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