En foco 05/2016: La ruta de los vencedores se llama «agradecimiento»
El que quiere vencer, tiene que realizar sacrificios. Y el que sacrifica agradecimiento, está en lo que respecta a su fe en el camino correcto, dice el Apóstol de Distrito Rainer Storck (Renania del Norte-Westfalia/Alemania). ¿Pero cómo se adapta esto al lema del año «Vencer con Cristo»?
Entretanto hemos dado los primeros pasos en el año 2016. Nuestro Apóstol Mayor nos ha dado pensamientos sobre el tema «Vencer en Cristo». La base para ellos fue la palabra de 1 Corintios 15:57, donde dice: «Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo». El vencer con Cristo depende entonces, evidentemente, de un cierto agradecimiento.
Entre lo previsible y lo inesperado
El año que ha comenzado en parte se puede planificar. Sabemos, por ejemplo, que nuestros niños comienzan la escuela, otros la terminan y buscan un lugar donde seguir sus estudios o donde trabajar como aprendices. Tal vez conocemos algunos cambios en nuestra vida o en temas profesionales que tenemos por delante.
Otras cosas todavía nos son completamente desconocidas y no sabemos qué nos espera. Muchos enfermos y tristes esperan que mejoren sus circunstancias. Quizás en algunos crezca la inseguridad.
Orientación de los Salmos
Sean cuales fueren las circunstancias: quisiera alentar a emprender el año con sentir básico de agradecimiento, pues ser agradecido es, evidentemente, la llave para vencer con Cristo y experimentar la ayuda de Dios.
Pienso aquí particularmente en Asaf, de quien nos han sido transmitidos algunos Salmos. Él escribió el Salmo 50:23: «El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenare su camino, le mostraré la salvación de Dios». Aquí incluso se habla de sacrificar alabanza. Sacrificar alabanza significa más que sólo decir gracias o agradecer por algo que se ha recibido.
El agradecimiento como sentir básico
Sacrificar alabanza va mucho más allá, significa que también en situaciones difíciles, cuando no nos vaya bien, cuando no tengamos fuerzas y las circunstancias sean desagradables, nunca dejemos el camino del agradecimiento y no olvidemos de quién viene todo. El camino correcto es el del agradecimiento, la alabanza y la adoración de Dios. Y después, como dice el salmista, podremos recorrer un camino en el que Dios nos mostrará su salvación o, como está expresado en el lema del año, en el que venceremos con Cristo.
Enfrentemos el año con este sentir básico de agradecimiento, generándonos las condiciones para poder lograr más de una victoria con Cristo.