Entre el agua y el vino: con fluidez tres idiomas

El aroma a café y la cálida sonrisa de los miembros de la comunidad dan la bienvenida al equipo de comunicación en la Iglesia Nueva Apostólica de Sachsenhausen. Hay algo más que invita: “Ven” está escrito en las ventanas de la iglesia. La nave es acogedora y está inundada de luz. Está construida en un estilo Bauhaus atemporal.

Debido a la pandemia, el grupo no pudo viajar a Zúrich para rodar las imágenes de la alocución de Año Nuevo. Pero el Apóstol Mayor había ido a Nueva Isemburgo de todos modos para la reunión del consejo consultivo de la Editorial Bischoff. Así que era natural rodarla en esta zona. Sin embargo, las oficinas de la Editorial no estaban disponibles debido a las obras de renovación. En su lugar, se ofreció la moderna iglesia de Fráncfort-Sachsenhausen. Esta iglesia celebró ayer domingo su centenario.

El montaje

El equipo de cámaras se reunió en Sachsenhausen a las 10 de la mañana. Hay que encontrar el lugar adecuado para el rodaje, montar la cámara y el trípode, y preparar el teleprónter. Incluso hay que hacer los arreglos florales. El equipo pasa horas preparándose: la imagen y el sonido, la luz y la sombra, el primer plano y el fondo... y luego todo se vuelve a comprobar en detalle.

La iglesia está a unos 16 grados centígrados. El día anterior, se había estropeado la calefacción. Para los jóvenes, esta es una temperatura cómoda, pero no para la única mujer en el set. Qué bueno que el camarógrafo Kevin trajo una chaqueta calefaccionada y así todos están cómodos.

El Apóstol Mayor no tiene problemas con esas temperaturas. Está de buen humor. Tras un breve intercambio de palabras, se filma la alocución de Año Nuevo. Alemán, inglés y francés, en ese orden. El rodaje llega al final. Aunque el texto francés sobre el papel es mucho más largo, el Apóstol Mayor lo consigue en casi la mitad de tiempo.

Percances y averías

Casi ninguna producción profesional de hoy en día prescinde de un teleprónter: Un monitor proyecta el texto en un espejo para que la persona filmada pueda leer el texto sin que este se vea en la imagen y sin mirar más allá de la cámara.

En años anteriores, este dispositivo ya demostró ser rebelde. A veces el texto aparecía invertido en el espejo, otras veces al revés. Esta vez el texto no logra desplazarse siempre a la velocidad deseada. Primero el Apóstol Mayor habla cada vez más rápido hasta que de repente se echa a reír porque realmente no puede seguir el ritmo, mientras el equipo del fondo intenta en vano detener el texto.

No hay problema, empezamos de nuevo. El Apóstol Mayor no necesita nada para comer en el medio. Unas cuantas equivocaciones después, suspira por un vaso de vino tinto. Pero aquí solo hay agua y galletas.

“Juntos en Cristo”. Este es el lema del año 2022. En el vídeo, el Apóstol Mayor cuenta con una mano lo que eso significa. Pero, ¿cómo se muestra la primera, la segunda, la tercera y la cuarta? ¿Se empieza a contar con el pulgar o con el índice? Eso depende no solo de la propia destreza, sino también del entorno cultural del que uno procede. Pero el presidente de la Iglesia domina la hazaña y cuenta con aplomo, y en el lenguaje apropiado. ¿Se darán cuenta los espectadores?

Lo conseguimos juntos

Todo fue rápido, ya está hecho. Para ser más precisos, en dos soportes de almacenamiento independientes, porque más vale prevenir que curar. Ahora comienza el desmantelamiento. Todo tiene que estar bien guardado para un transporte seguro. El Apóstol Mayor regresa a Francia, donde le espera un buen sorbo de vino después del trabajo.

Pero el trabajo está lejos de terminar: ahora hay que hacer el montaje del vídeo, colocar los subtítulos, y crear la apertura y el cierre. El resultado podrá verse el 1º de enero de 2022 con la alocución de Año Nuevo, en nac.today, nak.org, Facebook y YouTube.