Dondequiera, como en casa: Juntos en Cristo

En todo el mundo, la pandemia del coronavirus ha hecho casi imposibles los encuentros personales en la comunidad. Por eso, los hermanos y hermanas en la fe se alegran aún más al poder reunirse de nuevo después de dos años.

Por fin, la comunión vuelve a ser una realidad

Por fin volver a experimentar la comunión, hablar, reír y hacer música juntos. Esto fue posible nuevamente para los miembros de la comunidad de Madrid (España) el 2 de abril. A partir de las 9 de la mañana, se reunieron en una mañana de sábado algo fría en la granja de una familia. A las 11 el día comenzó con una oración. Luego había juegos que prepararon los jóvenes para los niños, que solo se podían resolver en equipo. Después, dos hermanas de la fe tomaron el podio e hicieron que la comunidad baile el canto en lingala “Yesu azali awa" (Jesús está con nosotros). Otro juego preparado por los jóvenes fue mostrar a la comunidad lo que significa “Juntos en Cristo”. Para ello, los miembros de la comunidad se posicionaron ante preguntas como “¿Quién llega siempre tarde?”, “¿Quién se siente a veces solo?” o “¿Quién viene del continente africano?”. Se dieron cuenta de que el lema del año dado por el Apóstol Mayor no significa que todos sean iguales, sino que todos pueden responder a la pregunta “¿Quién se siente amado por Dios?” con un “sí”. El almuerzo consistió en comida traída por los miembros de la comunidad. Una niña dio las gracias a Dios. La tarde volvió a ofrecer tiempo para juegos y conversaciones.

En el distrito de Algrange-Metz (Francia), el coronavirus también hizo imposible durante mucho tiempo las reuniones en la comunidad. El lunes de Pentecostés, por fin llegó la hora: por invitación de los jóvenes, los hermanos y hermanas del distrito se reunieron en las dependencias de la iglesia de Metz. Como en una feria, los jóvenes habían montado varios puestos donde los hermanos en la fe podían practicar el tiro con arco, jugar al voleibol, al tenis de mesa o a la petanca, o pescar patos. También se cuidó el bienestar del cuerpo. Con buena comida, helado, café y pasteles, hubo muchas conversaciones y los invitados se alegraron por el éxito de la jornada.

Los mayores de Kirchheim (Alemania) no se habían reunido desde hacía mucho tiempo. La alegría fue grande cuando se encontraron en el llamado “Triángulo de las Comunidades” (Holzmaden, Ohmden, Aichelberg) para hacer una excursión. La visita fue interesante y también ofreció mucho tiempo para conversar. Después, hubo oportunidad de intercambiar ideas durante una comida conjunta.

Días de la juventud grandes y pequeños

Un gran número de jóvenes se reunió en el encuentro juvenil de Guéckédou (Guinea) del 8 al 10 de abril. Los jóvenes se divirtieron juntos y también aprendieron mucho. Por ejemplo, trabajaron juntos en temas relacionados con las ofrendas o la dirección en la comunidad. El Apóstol Saa Marc Leno vino al Servicio Divino de cierre y trajo el pasaje bíblico de Filipenses 1:6: “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”.

Aunque solo 27 jóvenes se reunieron en Oslo (Noruega) el 13 de marzo, igual se divirtieron. Además de la diversión y los juegos, los jóvenes de Oslo también trataron aspectos del lema del año. La fe, el amor, la esperanza son los elementos que nos vinculan, aprendieron los jóvenes.

Comunión para pequeños y grandes

El sábado 9 de abril, los niños y jóvenes con sus cuidadores del distrito de Schwäbisch-Hall (Alemania) también disfrutaron de la comunión. La relajación de las normas del coronavirus hizo posible el encuentro, durante el cual los niños y jóvenes se prepararon para la visita del Apóstol Mayor el día de Ascensión. En la fase previa a la reunión, los jóvenes habían escrito un guión para el que todos los que querían pudieron fabricar utilería. Al mismo tiempo, comenzó el rodaje, durante el cual los jóvenes pudieron aportar su talento delante y detrás de la cámara. La película terminada se envió al Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider como saludo del distrito.

Poner en práctica el lema anual fue el plan de los dirigentes de la comunidad y sus esposas en el distrito de París (Francia). El fin de semana de Pentecostés viajaron a Châteauroux para realizar una visita conjunta a la ciudad. Allí visitaron el Museo Americano y el Museo Bertrand y aprendieron mucho sobre la historia de la ciudad. Hubo tiempo para conversar en el parque Belle-Isle y durante el almuerzo conjunto. El domingo, los dirigentes y sus esposas celebraron el Servicio Divino de Pentecostés junto con la comunidad de Châteauroux.

En Suecia también hubo una reunión especialmente para los hombres que hacen trabajo voluntario para la Iglesia y sus esposas. El Apóstol David Heynes invitó a todos los portadores de ministerio de su área de trabajo con sus esposas a Gotemburgo, donde vivieron un bendecido fin de semana en comunión.

Comunión a pesar de la separación

El hecho de que los hermanos y hermanas en la fe pueden estar conectados a pesar de la separación fue demostrado por los hermanos y hermanas en la fe de Alemania. Durante muchos Servicios Divinos estuvieron conectados virtualmente a la comunidad de Viena-Donaustadt, en la vecina Austria. Cuando el dirigente responsable de la comunidad pasó a descanso, recibió un paquete con mensajes de agradecimiento para él y la comunidad de parte de los participantes del Servicio Divino de Alemania.

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