Responsables de la paz

Orar por la paz en el mundo. Esto es lo que pide la Iglesia Nueva Apostólica el 21 de septiembre, Día Internacional de la Paz. De este modo, las comunidades pueden incluso abordar una tarea establecida por el propio Jesucristo.

Hay más conflictos en la tierra que en cualquier otro momento de los últimos 30 años. El número de guerras y conflictos armados ha aumentado rápidamente. Algunas luchas ya han durado décadas. Cada vez más a menudo, no son naciones las que se enfrentan, sino dos bandos en un mismo país.

La discordia también se extiende en la sociedad y en las familias. Hay generaciones y grupos que se sienten desfavorecidos. Las personas ya no consiguen hablar entre sí. La discusión se ha convertido en la forma de comunicación dominante. Esto es particularmente evidente en los llamados medios sociales.

Los cristianos son llamados a hacer algo al respecto. El propio Jesús es el que los llama: “La paz os dejo, mi paz os doy” (Juan 14:27).

Cómo ayuda Dios

“En efecto, Jesús habló aquí de dos formas diferentes de paz”, explicó el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider hace cinco años en un Servicio Divino en Moscú. “La paz os dejo” se refiere a la paz humana. “Mi paz os doy. Aquí habla de su paz: la paz de Dios”.

El director de la Iglesia presentó los siguientes aspectos de la paz humana:

  • paz social, “cuando las personas conviven en armonía y sin conflictos”,
  • paz personal, “este equilibrio, esta tranquilidad interior, uno no tiene miedo”,

“Esta paz nos deja el Señor. Es decir, nos la confía”, enfatizó el Apóstol Mayor: “Esta paz está bajo nuestra responsabilidad. Cada persona es responsable de ella y también lo es la sociedad en general”.

Las bases para ella:

  • “Cuando las personas quieren tener paz, deben ponerse reglas y cada uno debe respetarlas”.
  • “Allí donde hay injusticia, no existe paz duradera. La paz solo es posible cuando se consideran las necesidades de cada uno”.
  • “Debe haber una cierta tolerancia. Hay que aceptar que los demás sean diferentes”.

Como Dios ama a las personas, les ofrece su ayuda: “Dios dio a los hombres los Diez Mandamientos, no para restringir su libertad, sino como una base sobre la cual se puede edificar la paz”. Y “en su amor Jesús dio una regla muy simple”, la regla de oro: “Haz a tu prójimo lo que quieres que él te haga a ti”.

Pero un cristiano puede hacer aún más. De eso se trata el Servicio Divino del miércoles o jueves en buena parte del mundo nuevoapostólico. La prédica se basa en el pasaje bíblico: “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mateo 5:9).

Los antecedentes

Las Naciones Unidas establecieron el “Día Internacional de la Paz” en 1981 y lo reafirmaron en 2002. Los cristianos de todo el mundo celebran este día desde 2004 por recomendación del Consejo Mundial de Iglesias como “Día Internacional de Oración por la Paz”.

La Iglesia Nueva Apostólica apoya este movimiento desde 2005. Todas las comunidades son llamadas a orar especialmente por la paz durante el Servicio Divino. Como iniciador, el Apóstol Mayor Wilhelm Leber especificó la oración de inicio como el momento apropiado para hacerlo.


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