A riesgo de su vida

Lo perdió todo y encontró refugio con hermanos en la fe. Ernst Kaufmann, de origen judío, sobrevivió porque su entorno nuevoapostólico lo escondió de la Gestapo. Un retrato de su vida en el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Nacionalsocialismo, el 27 de enero.

Dortmund, calle Roland 25. Los dos hombres llegaron sin avisar. Saquearon la vivienda de Luise y Ernst Kaufmann. Y encontraron lo que buscaban: un maletín con 5.930 marcos, que habían ahorrado con grandes sacrificios, y joyas familiares por un valor de 2.000 marcos. Se lo llevaron todo.

La pareja no se atrevió a resistirse. Con impotencia, observaron el robo. Los dos “caballeros” eran de la Gestapo, la policía secreta del Estado. Era el año 1936. Ese año Kaufmann había perdido su trabajo. Ahora estaba sin ingresos y sin bienes.

Decidido y exitoso

Ernst Kaufmann había sido un hombre decidido y exitoso. Había asistido a la escuela primaria, obtenido el título de bachillerato y completado sus estudios comerciales en Colonia, Alemania. En 1916, a los 40 años, fue llamado a filas en la Primera Guerra Mundial. Después de la guerra, abrió una tienda textil en Dortmund y una sucursal en Brambauer. Llegó a emplear hasta 20 representantes.

Es cierto que su negocio entró en crisis económica en 1925, pero se abrieron nuevas perspectivas profesionales. Kaufmann vendía aparatos de curación de alta frecuencia. Esto le proporcionó elevados ingresos. A pesar de su éxito, Ernst Kaufmann finalmente fue despedido en el verano de 1936. Fue el año en el que le robaron toda su fortuna. Y ambos eran por la misma “razón”.

Marginado y hostigado

Ernst Kaufmann era de origen judío. La “Ley para la protección de la sangre y el honor de los alemanes” de Núremberg de 1935 puso fin a su éxito profesional. Se trataba de la “eliminación completa de los judíos de la comunidad alemana”. Con la toma del poder por los nacionalsocialistas, el odio a los judíos se había convertido en un programa de Estado.

Como “judío de pleno derecho” vivía en un “matrimonio mixto privilegiado”. De ese modo, no tuvo que llevar la “estrella judía” introducida en septiembre de 1941. Pero eso en aquella época solo significaba no ser deportados a campos de exterminio ni hacinados en guetos. Sin embargo, más tarde estas personas también fueron amenazadas con la deportación.

Huyendo de la Gestapo

Ernst Kaufmann y su esposa “aria” sufrieron un ostracismo y una hostilidad crecientes. A fines de septiembre de 1944, Kaufmann no vio otra salida que esconderse. La Gestapo lo seguía de cerca. Quizás él, nuevoapostólico desde 1923, haya oído hablar del destino de su amigo y correligionario de Dortmund Harry Fränkel . En ese momento, ya había sido asesinado en Auschwitz.

Desde fines de septiembre de 1944 hasta mediados de abril de 1945, Kaufmann encontró refugio en casa de amigos. Varias familias lo acogieron durante ese tiempo, escondiéndolo en sus viviendas, a menudo estrechas, y compartiendo con él las escasas raciones de comida. Primero se alojó con su amigo Karl Beyersdorf en Dortmund, y después con Natalie y Bernhard Becker en Lünen. Desde fines de noviembre de 1944, se escondió con Hilde Meier y sus padres en Dortmund-Hörde. Su último escondite fue con la familia de Helene y August John.

Rescatado, pero quebrado

Ninguno de sus vecinos pudo darse cuenta de nada. Descubrirlo habría significado una muerte segura para él, y los informadores acechaban por todas partes. Solo los múltiples y peligrosos cambios lo salvaron de ser descubierto. Kaufmann no se atrevió a salir de su escondite hasta que entraron las tropas estadounidenses.

Así se salvó de ser detenido por la Gestapo y de morir en un campo de exterminio. Pero Ernst Kaufmann hacía tiempo que estaba enfermo y empobrecido. Cuando por fin llegó la notificación de indemnización, el 16 de junio de 1955, ya era demasiado tarde para él, porque había fallecido 13 días antes a la edad de 78 años.

La red de rescate

¿Quiénes fueron los que lo rescataron? Era toda una red de varias familias y confidentes. Todos ellos pertenecían a “su” Iglesia. Las anotaciones en los libros de la Iglesia y los documentos civiles lo demuestran.

La dirección de la Iglesia fue informada de la operación de rescate, según informan familiares y acompañantes. En primer lugar, el Apóstol de Distrito Hermann Dietrich Magney, que le había prometido su apoyo mientras aún vivía. Y durante la operación de rescate estaba en el ministerio, su sucesor, Peter Kuhlen.

Los rescatadores se habían jugado la vida por su hermano en la fe. Su descubrimiento habría puesto en riesgo su vida. Ernst Kaufmann debió su supervivencia a la “resistencia de rescate”, el término técnico para esta forma de coraje civil, que ellos habían demostrado.

Un relato detallado del destino de Ernst Kaufmann puede encontrarse en el libro “¿Lealtades escenificadas? La Iglesia Nueva Apostólica durante el nazismo. Berlín 2020” del Dr. Karl-Peter Krauss, que ha recibido un gran reconocimiento entre los expertos . El Profesor Günter Törner se encargó de los trabajos preliminares de la biografía.

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