Dios y la imagen de Dios: la diferencia

Algunos pasajes bíblicos muestran una imagen muy contradictoria de Dios. ¿Cómo trata este tema la Iglesia Nueva Apostólica? Sencillamente, como Jesús. Esta es la respuesta de una carta doctrinaria que acaba de ser publicada.

“Imágenes de Dios y el verdadero Dios” se titula un artículo de la edición especial 2/2023 de los Pensamientos Guía, que actualmente está en camino a los portadores de ministerio en las comunidades. La carta doctrinaria lo deja claro: las concepciones humanas de Dios nunca pueden entender la verdadera naturaleza de Dios. Y es importante, incluso cuando se trata de la Biblia, distinguir entre la imagen de Dios y el verdadero Dios.

Gradualmente reconocible

Esto está claro desde el principio: “Solo podemos saber de Dios lo que Él nos ha revelado”. Y “Dios se revela al ser humano de forma progresiva”. Por ejemplo: primero como Creador, luego como Señor de la historia de Israel, después en la forma más clara, en la encarnación y finalmente en el envío del Espíritu Santo.

“Las revelaciones de Dios están atestiguadas en las Escrituras por personas”. Aunque estas personas fueron inspiradas por el Espíritu Santo, los autores solo podían utilizar en sus descripciones el lenguaje, el conocimiento y la imaginación de sus respectivas épocas. Y eso –desde la perspectiva actual– tiene consecuencias especialmente para el Antiguo Testamento.

Dios como ser humano

Las descripciones de Dios en el Antiguo Testamento reflejan el entorno cultural y religioso de sus autores. Atribuyen a Dios características humanas y lo presentan como ofendido o enojado. En consecuencia, castiga a los seres humanos o trata a los enemigos de su pueblo con una increíble dureza.

Jesucristo, sin embargo, pinta una imagen completamente distinta: habla de un Dios de amor que no quiere castigar, sino que quiere salvar. La desgracia que acontece a los seres humanos no es un castigo impuesto por Dios, sino una consecuencia del dominio del mal.

La verdad a la vista

“Jesucristo revela a la humanidad la verdadera naturaleza de Dios”, aclara la carta doctrinaria. Y esto tiene consecuencias para la interpretación de la Biblia: “Jesucristo interpretó las Sagradas Escrituras en función de su persona y su obrar. De esto concluimos que debemos interpretar el Antiguo Testamento a partir del Hijo de Dios”.

El Catecismo ya lo formula de manera similar: “El significado que tienen para la fe y la doctrina, los enunciados de cada libro del Antiguo Testamento o de los escritos tardíos del Antiguo Testamento, queda determinado por la concordancia de su contenido con aquello que enseña el Evangelio” (Catecismo INA 1.2.5.2).

Lo antiguo también en lo nuevo

Pero también en el Nuevo Testamento el lector de la Biblia se encuentra con el pensamiento del Antiguo Testamento. Se trata de la forma en que se habla de la muerte de Jesucristo. A veces sirve de explicación el culto del sacrificio (sacrificio de expiación), a veces las costumbres de la guerra (rescate) y a veces el derecho penal (culpa y expiación).

“Una interpretación literal de estos textos haría aparecer a Dios con la misma imagen que en el Antiguo Testamento”, critica el escrito. “Dios se comporta como una persona cuyo honor y dignidad han sido violados. Exige un castigo o una reparación. Para que haya justicia, alguien tiene que morir”.

La alternativa

“Esta visión de la muerte de Jesucristo es difícil de entender para los cristianos de hoy, especialmente para los jóvenes”, señala la elaboración. “Afortunadamente, el Espíritu Santo nos da la oportunidad de hablar de la muerte de Jesucristo sin enfatizar necesariamente la idea del castigo”.

Y esto suena así: “El sacrificio de Jesucristo es ante todo un acto de amor. Desde la caída en el pacado, el ser humano vive alejado de Dios. En su amor, Dios quiere llevar al ser humano a la comunión con Él”. Pero esto solo funciona cuando la voluntad humana y la voluntad divina están en absoluta concordancia. Jesús logró este objetivo en su vida como verdadero ser humano. “En su amor, Jesucristo está dispuesto a compartir su victoria y su mérito con los que creen en Él y lo siguen”.


El artículo “Imágenes de Dios y el verdadero Dios” en la edición especial 2/2023 de los Pensamientos Guía se basa en la parte espiritual de la asamblea de Apóstoles de Distrito de noviembre de 2022. nac.today ya ha informado al respecto bajo los títulos “Leer con el espíritu y la mente” y “Comprender los mensajes centrales” .


Foto: Andreas Berheide

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