Todo el poder y la prueba de este poder

“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra”. Esta autoridad descrita en Mateo 28:18 fue el tema del Servicio Divino con el Apóstol Mayor este año en Pascua.

El sepulcro está vacío, escucharon los hermanos durante la lectura bíblica de Lucas 24:1-12 en el Servicio Divino de Pascua en Mannheim (Alemania) el 9 de abril. “Fue muy importante que lo descubrieran las mujeres y más tarde los Apóstoles: El sepulcro está vacío, el cuerpo ya no está allí”, subrayó el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider. “Porque era importante para Dios que comprendieran que el Resucitado no se apareció como un espíritu o como un fantasma, sino como un verdadero ser humano con cuerpo, alma y espíritu”.

La autoridad del Hijo del Hombre

En la lectura bíblica, los hermanos y hermanas en la fe también escucharon que el ángel habló de Jesús como el Hijo del Hombre. “Esto indica que Jesús primero fue un verdadero ser humano. Pero para los judíos el título ‘Hijo del Hombre’ tenía un significado especial”, explicó el Apóstol Mayor. Era un Salvador enviado por Dios, que tenía todo el poder. “Y Jesucristo reclamó este título para sí mismo”. También demostró una y otra vez que tenía autoridad:

  • La autoridad del Creador: “Anduvo sobre las aguas, lo cual ningún ser humano puede hacer. Pudo hacerlo porque estaba por encima de las leyes de la naturaleza”, puso como ejemplo el Apóstol Mayor. “Tenía poder sobre los elementos, dominaba el viento y la tempestad. Sanaba a los enfermos. Tenía poder sobre los muertos, los resucitaba”.
  • Autoridad sobre los seres humanos y sobre los espíritus: El Apóstol Mayor recordó el hecho de cuando Jesús llegó a Nazaret, donde había crecido, y quisieron matarlo despeñándolo desde la cumbre de un monte. “¿Qué hizo Jesús? Simplemente pasó en medio de ellos y ni siquiera pudieron tocarlo”. También expulsaba espíritus.
  • Autoridad para anunciar la voluntad de Dios: Jesús mostró a los seres humanos cómo entender la ley, es decir, la voluntad de Dios.
  • Autoridad para perdonar pecados: Jesús dijo: “Nadie más puede hacer esto, sino yo. Tus pecados te son perdonados, ve en paz”.
  • Autoridad para dar a los seres humanos la vida eterna: Jesús dijo: “He venido para llevaros a la comunión eterna y a la vida con Dios”.

Y entonces todo pareció perdido

“¿Y qué pasó?”, recordó el Apóstol Mayor el acontecimiento del Viernes Santo. “Lo arrestaron, lo ejecutaron, lo torturaron, lo mataron. ¿Qué pasó entonces con su autoridad?”. Parecía que Jesús no tenía poder.

“Y entonces llegó: ¡la resurrección! Cristo se hizo presente, se acercó a los discípulos y les confirmó: ‘Toda potestad me es dada, toda autoridad en el cielo y en la tierra’. Y ese es el mensaje de Pascua: la autoridad del Resucitado”.

La autoridad del Resucitado

Esto sigue siendo válido hoy: “Él ha obrado y obra aún hoy con la autoridad de Dios, la autoridad del Resucitado”.

  • La autoridad sobre la creación: El Resucitado no está sometido a las leyes de la naturaleza. Esto es un consuelo especial, porque en la tierra hay tanto sufrimiento que como seres humanos no podemos incluir en nuestras oraciones a todos los que sufren. “Como seres humanos estamos limitados”, dijo el Apóstol Mayor. “Pero Jesucristo no está limitado”. Jesús no olvida a nadie. “Él puede estar con cualquiera en el mismo segundo, también contigo”. Que Jesús tiene autoridad sobre la creación también significa que la preserva. “Él se encargará de que la creación exista hasta que su plan de redención llegue a la consumación”.
  • Autoridad sobre los seres humanos y sobre los espíritus: Aunque a veces la situación parezca desesperada, “si no hay solución, para Jesús sí la hay. Él siempre puede ayudar”. Su ayuda a veces es diferente de lo imaginado, pero siempre es mayor. Y “el espíritu del mal, el diablo, llámalo como quieras, nuestro adversario, que quiere separarnos de Cristo, lo intenta todo”. Pero “mientras yo quiera permanecer con Dios, Él me da el poder para permanecer con Él y se asegura de que la tentación no sea demasiado grande”.
  • Autoridad para anunciar la voluntad de Dios: Jesús la tiene y revela la ley de Dios: “Y esta ley la conocemos. Es la ley del amor. Amor a Dios y a los seres humanos. Esa es la voluntad de Dios”, dijo el Apóstol Mayor. “Y su resurrección es la prueba definitiva de que el poder del amor es mayor que el poder del mal”.
  • Autoridad para perdonar pecados: “Si el Señor Jesús perdona tus pecados, esta gracia es perfecta. Si recibes el perdón de los pecados dignamente con fe, en fidelidad, entonces tu relación con Dios se restablece como si nunca hubieras pecado”, explicó el Apóstol Mayor.
  • Autoridad de la salvación: “Dios no quiere hacer ningún trabajo a medias”, explicó el Apóstol Mayor. “Nos da la salvación perfecta. Toda nuestra persona, lo que nos constituye, debe ser redimido y entrar en su reino como el Resucitado. No como un alma, no como un espíritu, sino como seres humanos perfectos con un cuerpo, el cuerpo de resurrección”. Dios se ocupa de que podamos alcanzar la vida eterna.

“Amados hermanos y hermanas, la resurrección en Pascua fue la prueba más grande de que Jesucristo tiene la autoridad de Dios”, fueron las palabras finales del Apóstol Mayor. “Él obró en nombre y bajo la autoridad de Dios cuando estuvo en la tierra. Lo sigue haciendo hoy a través del Espíritu Santo. Confiemos en esta autoridad”.

Información del artículo

Autor:
Fecha:
Palabras claves:

Katrin Löwen
21.06.2023
apóstol mayor, servicio Divino