En foco 4/2024: Cuando la conexión es buena
No solo en la República Democrática del Congo no hay mejor conexión Wifi que la oración. El Apóstol de Distrito Michael Deppner (RD Congo Oeste) explica en su artículo “En foco” sobre el lema del año, cómo se produce esta conexión.
Es normal que, por repetir una acción, ésta se vuelva banal o rutinaria. No podemos permitir que nuestra vida de oración caiga en esta trampa. Cuando vemos nuestras oraciones como una verdadera conversación con nuestro Padre celestial, ellas se transforman. Adquieren calidad de intimidad y sinceridad porque Dios nos creó, nos ama y nos conoce.
Orar funciona. La oración funciona. Orar lleva a trabajar… hacer una pausa entre “orar” y “trabajar”, nos podría ayudar a comprender. Oramos y trabajamos en nuestra oración. Si oramos sin actuar, todo quedará en la nada. Si oran por alguien, entonces actúan, lo ayudan. Oran por algo, luego actúan, trabajan en función de ese ruego. Así es como funcionan las oraciones.
Este lema no se basa en la calidad de nuestras oraciones. Por el contrario, se basa en nuestra fe y confianza en el poder del Padre celestial, como así también en nuestro respeto por su voluntad. El Señor nos anima en Mateo 21:22: “Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”.
La confianza en nuestras oraciones es esencial. Depende de nuestra creencia y confianza en Cristo y en sus enseñanzas. Nuestra confianza puede crecer o disminuir… podemos perder confianza. Nuestra voz se debilita más y más. Tal vez, una oración no fue respondida luego de un largo tiempo, o la respuesta a nuestros ruegos fue un “no”. También debemos aprender a aceptar esto (como lo hizo Cristo) y continuar orando, perseverando.
Cristo dijo que hasta un poco de fe se puede mover montañas (Mateo 17:20). ¿Lo creemos? Podríamos evitar orar por lo imposible o por lo que creemos que es imposible en este momento. Nuestro Apóstol Mayor mencionó que si oramos por algo de la misma manera en que Jesús oró por eso (ya sea por nosotros mismos, por otros, por su Obra), aumenta nuestra confianza en su voluntad para nuestra vida, para nuestro prójimo y para su Obra.
Ciertamente, no con todas las oraciones podemos tener la misma convicción del centurión: “Señor, … solamente di la palabra” (Mateo 8:8). Que esta confianza crezca en nosotros a lo largo de 2024, bajo la enseñanza del Espíritu. Nosotros también podemos fortalecernos participando dignamente en la Santa Cena y asimismo unos de otros.
La humildad de este centurión también fue importante: “No soy digno de ello”. Sin duda conmovió el corazón de Jesús para responder. Su sorprendente fe (versículo 10) contribuyó a que su deseo se hiciera realidad. Nuestra confianza puede incrementarse en convicción basándonos en nuestra experiencia pasada. ¿Cuántas oraciones ha respondido Él ya? Cuando nos damos cuenta de esto y lo recordamos, nuestras oraciones se intensifican.
Algunas palabras para nuestra juventud: las personas pueden mencionar tu nombre en todas partes, en cada publicación en las redes sociales. Pídeles que mencionen tu nombre en sus oraciones. Esto será más útil y apreciado. Además, a pesar de nuestras cuestiones de red aquí en la República Democrática del Congo, no existe mejor conexión de Wifi que la oración.
Tal vez no todo esté al 100% en nuestra vida, en nuestra vida de fe permanecemos alegres y agradecidos. Estemos cada vez más activos en nuestra vida de oración y actuemos cada vez más en nuestros ruegos. Las oraciones no solo ayudan, ¡funcionan!
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Michael Deppner
12.02.2024
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¡Orar funciona!