En foco 07: La confianza en Dios trae alegría en Cristo

"Alegría en Cristo", esto no siempre es fácil: a veces la vida plantea preguntas a las que parece no haber respuesta. Siguiendo las pisadas del profeta Habacuc va en busca el Apóstol de Distrito Norberto Carlos Passuni. Una colaboración sobre el lema del año:

La palabra que nos envió el Apóstol Mayor para el inicio del año está tomada del profeta Habacuc y con ella se destaca una característica especial de la novia de Cristo: su alegría en Él.

Luego de leer detenidamente todo el escrito del profeta traté de conocer acerca de él, de su vida y su misión pero no encontré nada más que hipótesis, ni siquiera hay otras menciones en las Sagradas Escrituras que podamos considerar al respecto. Y entonces surgió la primera reflexión: yo podría asumir personalmente ese escrito, muchos de nosotros podríamos hacer lo mismo, quizá por eso no era necesario identificar al autor ni sumergirnos en su historia personal porque sus pensamientos los puede hacer propios el hombre de todos los tiempos.

La pregunta: Reproche por la injusticia

Comienza el libro con una especie de diálogo entre Dios y el profeta y éste dice: “¿Hasta cuando, Jehová, gritaré sin que me escuches y clamaré a causa de la violencia sin que tú salves?” Es como un reproche por la injusticia y la violencia practicada a la vista de sus propios ojos. Ese “hasta cuando” es la situación del creyente que se siente al límite de sus fuerzas. Cuando se está al borde de perder la esperanza en la respuesta y se tiene la sensación de que nada cambiará.

La primera respuesta de Dios hace crecer su confusión, le dice que los Caldeos serán instrumentos en sus manos para castigar al pueblo que obra iniquidad. ¿Utiliza Dios para sus designios al impío para castigarnos? Seguramente muchas reflexiones pueden surgir de este proceder divino que causa la perplejidad del profeta.

La respuesta: Petición por confianza

En la segunda parte Dios invita al profeta a poner en Él toda su confianza y lo resume en la expresión: “...mas el justo por su fe vivirá”. Esa fe que implica lealtad y una confianza firme. La vida se le promete al justo por su fidelidad a la palabra y a la voluntad de Dios. Este es el camino que nos es señalado para la vida creyente, la respuesta no está en la línea del pensamiento inicial con sus reclamos sino dirigida al principio orientador de la vida de fe en sus más altas posibilidades.

El profeta ha comprendido el mensaje. La respuesta es una palabra que interpela. ¿Quién es Dios para mí?

El camino: Tiempo para vencer

Y llegamos entonces al texto que cierra la reflexión del profeta: “… con todo, yo me alegraré en Jehová, me gozaré en el Dios de mi salvación”. No se disfraza la realidad sino que se la asume así como es vista y sentida, no hay maquillaje ni disimulos, pero aún así, es decir, “ con todo” he comprendido la respuesta y entonces a pesar de todo “ me alegraré...me gozaré en el Dios de mi salvación”.

El profeta ha superado varios escalones, el Señor le dio tiempo y no lo dejó anclado en su evaluación personal, le cambió el centro desde el cual comprender esa misma realidad vivida dolorosamente. Fue invitado a revisar no los hechos sino su vínculo con Dios y sólo cuando pudo colocar su plena confianza en Dios encontró el fundamento de una alegría que permanece viva en cualquier escenario en el que nos coloque la vida.

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Norberto Passuni
28.04.2015
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