“Este es mi programa para África”
Una asamblea de Apóstoles de Distrito de este tipo nunca antes había ocurrido en la Iglesia Nueva Apostólica. No sólo se debe al hecho de que casi todos los Apóstoles de África se reunieron en un solo lugar. En esta ocasión, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider también puso algunas metas para el desarrollo de la Iglesia en este continente.
La asamblea de Apóstoles que coincidió con la fiesta de Pentecostés 2015 en Lusaka, la capital de Zambia, contó con más de 250 participantes, como mencionó el Apóstol Mayor con gran agradecimiento. Hubo sólo siete Apóstoles que no pudieron estar presentes. Como viven en países en los que todavía hay peligro de ébola, no pudieron obtener sus permisos para entrar al país.
Un comienzo con intercesiones llenas emoción
La oración al comienzo de la asamblea de Apóstoles fue emocionante y conmovedora: el Apóstol Mayor Schneider intercedió especialmente por las numerosas comunidades del continente africano. Oró por los muchos miles de siervos, por los hermanos en la fe en situaciones difíciles. También oró por las personas, los habitantes de Zambia, entre los que aún hay tantas adversidades en sus vidas.
El director de la Iglesia también tuvo una palabra para sus antecesores en el ministerio: el Apóstol Mayor Richard Fehr se hubiese alegrado por ver la gran cantidad de Apóstoles, acentuó. Y el Apóstol Mayor Wilhelm Leber el día anterior todavía había escrito un mensaje de saludo para ellos.
Una Iglesia que crece con desafíos que crecen
En el continente africano trabajan actualmente 234 Apóstoles, otros 119 en otros países del mundo. Esto significa que el énfasis de la asistencia espiritual está en África, más del 80 por ciento de los miembros nuevoapostólicos viven aquí. Aquí la Iglesia sigue creciendo, lo confirman las estadísticas. El Apóstol Mayor Schneider agradeció a sus hermanos por los infatigables esfuerzos.
El ministerio de Apóstol es un ministerio de compromiso, de trabajo y de entrega, destacó el Apóstol Mayor. Muchos viajes para hacer, muchos desafíos para dominar. Se trata de mantener una mirada hacia el futuro, puso en su corazón. Algunos puntos los explicó en detalle.
Milagros y sanadores milagrosos
Hay personas que necesitan milagros para creer en Dios. La Sagrada Escritura está llena de esas historias. Jesucristo, el Hijo de Dios, también hizo muchos milagros. “Un milagro es una señal de la omnipotencia de Dios”, explica el Apóstol Mayor. Enumeró algunos milagros bíblicos, por ejemplo cuando Jesús alimentó a multitudes, resucitó a muertos y expulsó demonios. “Pero al final”, dijo el director de la Iglesia, quedaron con Jesús sólo aquellas personas que creyeron en Él como el Hijo de Dios, no por los milagros que hizo.
“Hoy no necesitamos milagros para creer que Jesucristo es el Hijo de Dios”, les dijo a los Apóstoles. Les recordó con las palabras de Hebreos 11:1 que la fe es “la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Los milagros que hizo Jesús y más adelante sus Apóstoles, sólo ocurrieron para demostrar el poder de Dios, para que dirijan su mirada al Evangelio.
La búsqueda de milagros implica el peligro de querer tentar a Dios. El hecho es, sin embargo, que Jesús se negó muchas veces a realizar milagros. Él no cumplía todos los deseos y le daba valor a la fe de las personas. “La fe en milagros es una señal de falta de humildad”, concluyó el Apóstol Mayor. “Los seres humanos no son más grandes que Dios. Y no podemos prescribirle lo que Él tiene que hacer, o en qué momento Él lo tiene que hacer. Nosotros todos somos sólo siervos del Señor”.
La educación tiene prioridad
El Apóstol Mayor pasó una gran parte de la mañana hablando sobre el sistema de educación en África. La educación se está incrementando en África. “La formación de nuestros miembros aumenta cada vez más, no sólo en las grandes ciudades, también en las más pequeñas y aún en las áreas rurales”.
“Esto tiene sus efectos en nuestro sistema educativo dentro de la Iglesia”, enfatizó. La educación religiosa asimismo debe incrementarse, especialmente en el círculo de los portadores de ministerio, como el saber bíblico o la capacitación para predicar. Su deseo para las comunidades: la escuela dominical en cada comunidad, en la selva, en el campo, en todas partes. “Les pido, mis amados Apóstoles, que prioricen estas dos tareas: enseñen a los portadores de ministerio y establezcan la escuela dominical para los niños en todas las comunidades”.
“Este es mi programa para África. Soy consciente de que es exigente, pero creo que nada es imposible para Dios. Dios bendecirá vuestro trabajo y responderá a vuestras oraciones”. Con estas palabras el Apóstol Mayor concluyó esta memorable primera asamblea de todos los Apóstoles africanos.
Todo sobre la fiesta de Pentecostés 2015 en Zambia: Dossier Pentecostés
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Peter Johanning
23.05.2015
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