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Logotipos: riqueza cultural

enero 27, 2016

Autor: Andreas Rother

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El lema como logotipo: apenas salió la nueva divisa para el año 2016, ya se ven los primeros logotipos alusivos. Multiplicidad en la unidad: no sólo es tradición, sino también programa.

En la Iglesia regional Asia del Sudeste ya en año nuevo jóvenes hermanos reparten prendedores a los concurrentes al primer Servicio Divino del año. Y en los broches salta a la vista el nuevo lema.

El lema del año toma forma

Azul oscuro con acentos de color naranja: así se ve «Vencer con Cristo», la divisa 2016 en Asia del Sudeste, indistintamente si es en inglés o japonés. O en francés, como un cuarto de planeta más adelante lo ha adoptado la Iglesia regional República Democrática del Congo Oeste.

En el continente africano predomina el logo de la Iglesia regional África del Sudeste. Los idiomas de los países atendidos en el exterior los presenta un banner de la Iglesia regional Hesse-Renania Palatinado-Sarre. Y de Canadá y Zambia llegan diseños escuetos y simpáticos, y a la vez muy típicos.

La multiplicidad es tradición

Ahora se espera qué proyectos todavía llegarán en las próximas semanas y meses. Pues ya el año pasado las Iglesias regionales mostraron todo un ramillete de variadas ideas: en Internet o en papel de cartas, en revistas o como calendarios. Y algunos logos contenían enunciados de fondo, como los signets de África del Sudeste y Brasil.

Tanta creatividad contagia: en las redes sociales se cursan mientras tanto muchos diseños creados en las comunidades, nada oficial, pocas veces de profesionales, pero hechos con el corazón.

Signos de riqueza cultural

Tanta variedad no sólo es tradición, sino también se hizo programa: «Somos una Iglesia internacional y vivimos en muchos ámbitos culturales diferentes», dice el vocero de la Iglesia Peter Johanning. Ve como algo positivo, cuando el mensaje uniforme en todo el mundo es transmitido por medio de adaptaciones regionales.

A una estructrura uniforme apunta la Iglesia sólo cuando se trata de eventos centrales, como ser los Días Internacionales de la Iglesia. Pero una cosa no quiere ver nunca: cuando se modifica el emblema oficial de la Iglesia. «Es nuestro signo distintivo oficial de vigencia internacional, que se debe poder reconocer», acentúa el vocero de la Iglesia Johanning. Si no lo que vale es: «Nos gusta poder mostrar que somos una comunidad viva y variada».

enero 27, 2016

Autor: Andreas Rother

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