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En foco 04/2016: A la larga vence la perseverancia

marzo 7, 2016

Autor: Leonard Kolb

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A veces el llamado de Dios tiene enorme resonancia, otras veces pasa casi desapercibido. ¿Vencer con Cristo? No es una doctrina de masas: ¿Por qué aquí no cuentan los números?, lo muestra el Apóstol de Distrito Leonard R. Kolb (EE.UU.).

Saber que con Cristo podemos vencer, es un maravilloso aspecto de la novia de Cristo. El pensamiento de vencer con Cristo fortalece nuestra confianza en Él y nos alienta a seguir el llamado de Dios y hacer su voluntad.

Una doble relación

Nuestra relación con Cristo es tanto de comunión –porque como Iglesia formamos todos juntos el cuerpo de Cristo– como también personal. Observemos el lema de este año desde el punto de vista de nuestra relación personal con Dios.

Como fue trabajado en el Servicio Divino de Año Nuevo, Dios nos equipa con cuatro cualidades que nos ayudan a lograr la victoria con Cristo: amor, fe, perseverancia y unanimidad. Debemos ser perseverantes si queremos vencer con Cristo, especialmente cuando todos o muchos alrededor de nosotros corren hacia diferentes direcciones, pero también cuando estamos totalmente solos.

Perseverantes con éxito diferente

En la vida de Josué y Elías encontramos dos ejemplos de perseverancia, aunque con un final totalmente diferente.

En el capítulo 24 del libro de Josué leemos cómo Josué exhorta al pueblo a servir a Dios y a apartarse de todos los dioses a los que habían servido sus padres. La reacción del pueblo fue positiva: «Nunca tal acontezca, que dejemos a Jehová para servir a otros dioses» (Josué 24:16). Luego previno al pueblo de que Dios les hará mal y los consumirá si se apartan de Él (versículo 20) y los convocó a ser testigos de su propia promesa y a servir al Señor (versículo 22). Nuevamente el pueblo estuvo de acuerdo y prometió servir al Señor y obedecer a su voz (versículo 24).

En inferioridad numérica no ceder

Qué hermoso sería si en cada tarea dificil tuviésemos tan buena resonancia y pudiésemos mover a las personas a seguir el llamado de Dios. Es cierto, las cosas no siempre se desarrollan en forma tan positiva como lo demuestra el siguiente ejemplo de Elías.

En 1 Reyes 18:21-22 leemos: «Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra. Y Elías volvió a decir al pueblo: Sólo yo he quedado profeta de Jehová».

Tales situaciones pueden desalentar, pero no tenemos que ceder. El Señor está con nosotros cuando queremos servir en su nombre y hacer la voluntad de Dios. Él tampoco abandonó a Josué y Elías. Dios nunca hizo depender su plan de la cantidad de seguidores. Lo decisivo fue la fe y la perseverancia de cada uno.

Desempeñemos el papel de protagonistas

En este sentido, desempeñemos todos el papel de protagonistas para cumplir con perseverancia el plan de Dios y anunciar el Evangelio. Mientras vivamos en Cristo podremos estar seguros de que con Él lograremos victorias: «Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impios. Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada» (Salmos 91:7-10).

Foto: Oliver Rütten

marzo 7, 2016

Autor: Leonard Kolb

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