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Con Cristo no hay perdedores

mayo 3, 2016

Autor: Noel Edward

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«Vencer con Cristo» se diferencia de la forma de vencer convencional que conocemos normalmente. Llama la atención sobre esto el Apóstol de Distrito Noel E. Barnes (Ciudad del Cabo) en su colaboración sobre la consigna del año.

Cuando se trata del tema «vencer» uno tiene presente a un ganador y un perdedor. El nombre del ganador se da a conocer y se lo homenajea. El perdedor, en cambio, ni se nombra. Pero «vencer con Cristo» funciona de otra manera. Aquí no hay perdedores. Con Cristo todos son vencedores.

Vencer en sentido propio

Un niño pequeño contó muy excitado a su maestra de la escuela dominical lo que le había pasado. Dos varones lo habían amenazado que le iban a pegar. Recordó algo que siempre le decía su madre: «Ora». Y eso hizo. Antes de que los dos niños le pudiesen hacer algo, ellos mismos sufrieron daño. El niño se lo contó muy contento a su maestra.

Para nuestro joven amigo eso fue una victoria. Pero su maestra le explicó que el amado Dios no nos ayuda a lastimar a otros. El pequeño niño había logrado una victoria, pero no una victoria con Cristo.

Vencer en su sentido

Únicamente podemos vencer con Cristo, si seguimos su doctrina. Esto no es fácil cuando otros nos lastiman o se portan mal con nosotros. Muchos hijos de Dios pasan por sufrimientos y aflicciones y no entienden por qué deben vivir esas cosas. A veces, como nuestro pequeño amigo, tratan de mejorar la situación aplicando métodos que no son compatibles con la doctrina de Cristo. Muchos, que sufren injusticias, incluso desean el mal al ofensor.

Si en momentos como esos dejamos que rija en nosotros la naturaleza de Jesús, lograremos una verdadera victoria divina.

No siempre visible de inmediato

Las victorias con Cristo no se pueden reconocer siempre inmediatamente. Basta con echar una mirada a la crucifixión de Jesús para darse cuenta. Cuando Jesús fue crucificado, incluso aquellos que lo habían seguido pensaron que todo había sido en vano. Este Jesús, por el que habían renunciado a tantas cosas, los había dejado. ¿Fue esto una victoria? ¡Sin duda! Pero recién con el tiempo se lo pudo reconocer.

También hay épocas en nuestra vida en las que a pesar de nuestra fidelidad al Señor y su Evangelio, debemos sufrir una derrota y todo parece en vano. Pero si quedamos fieles y decididos a permanecer en el seguimiento, la victoria llegará, aunque quizás sea recién muchos años más adelante.

Photo: Apóstol de Distrito Noel E. Barnes (a la izquierda) con Apóstol de Distrito Tshitshi Tshisekedi (DR Congo Sureste)

mayo 3, 2016

Autor: Noel Edward

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