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En foco 02/2019: ¡Cuidado, ladrones!

febrero 25, 2019

Autor: Jürg Zbinden

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La riqueza compromete, también a tener cuidados especiales. El Apóstol de Distrito Jürg Zbinden (Suiza) brinda indicaciones sobre medidas de seguridad.

«Ricos en Cristo», este lema nos acompaña a lo largo de todo el año 2019. El obrar del Espíritu Santo nos hace más y más conscientes de qué ricos somos como hijos del Altísimo y a quién le debemos agradecer por esta riqueza.

El Señor no dice: ¡Ahora sois suficientemente ricos, más no recibirés! No, Él quiere que los que lo siguen sean aún más ricos. El Apóstol Pablo escribe a los Romanos: «Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo» (Romanos 15:13). A los creyentes de Filipo les hace saber que pedía en oración para que su amor abundase aún más en ciencia y en todo conocimiento (cf. Filipenses 1:9). De la misma manera, el Apóstol se dirige a la Iglesia de Tesalónica (cf. 1 Tesalonicenses 3:12).

Mientras que Cristo nos quisiera hacer más ricos, el maligno tiene pretensiones muy diferentes. Por experiencia sabemos que allí donde hay riqueza, también acechan los ladrones. En la vida material, muchos ricos se volvieron otra vez pobres por descuidarse. En una oportunidad, Jesús preguntó: «Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa» (Mateo 12:29).

Con Cristo somos fuertes, ¡no nos dejemos atar por el maligno! Si logra atarnos las manos, sufrirán por ello la oración y la colaboración; si puede poner nuestros pies entre cuerdas, sufrirán el andar y la perseverancia. Esto una vez lo dijo el Apóstol Mayor Fehr. Solo si el maligno logra atarnos, podrá robarnos nuestra riqueza. Lo que cuenta para él es nuestra filiación divina y la herencia prometida, el galardón de la fidelidad, las vestiduras de salvación y la confianza en la conducción divina.

¡Estemos atentos! «Cerca de Cristo» (Himnario 376) es donde está segura la riqueza divina. Esto significa para nosotros quedar en el seguimiento ininterrumpido.

Foto: NAK Schweiz

febrero 25, 2019

Autor: Jürg Zbinden

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