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En foco 10/2020: El que quiere ser libre, debe dejarse liberar

junio 3, 2020

Autor: Michael Ehrich

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¿Qué es lo que atrapa al ser humano? Una vez que lo sabe, está a un solo paso de la libertad por Cristo. Solo entonces puede desplegarse en nosotros su naturaleza. El Apóstol de Distrito Michael Ehrich (Alemania del Sur) responde a esta pregunta.

Al preguntarnos sobre la libertad surge la reflexión: ¿En qué se puede estar atrapado, de qué uno se puede liberar? El cautiverio, que no tiene nada que ver con una prisión terrenal, es, por ejemplo:

  • estar atrapado en la búsqueda de «más y más» bienes terrenales, éxito, honor, poder y así sucesivamente. Uno se mueve como en una rueda de hámster y no se toma tiempo para lo esencial: la preparación para la vida eterna.
  • estar prisionero de sus propias ideas. Estas están en primer plano, de modo que uno no está preparado para vivir de acuerdo a los mandamientos y evitar lo que no corresponde a la voluntad de Dios.
  • estar sentado en la «prisión de los miedos y las preocupaciones». Debido a las dificultades y problemas que se padecen, no se cumple con el llamado a un seguimiento consecuente.
  • estar atado en la complacencia o la arrogancia, de manera que no se encuentra humildad ni temor a Dios. O, en la prisión de uno mismo, faltan ver los favores de Dios y la voluntad de estar agradecido.
  • estar prisionero de pensamientos e influencias que se cierran al Evangelio. El que está completamente cautivo del egocentrismo y la autorrealización no se abre al amor de Dios y no tiene corazón para su prójimo.

Jesucristo puede liberarnos de todo esto por su sacrificio y su mérito. Al hacernos libres, Cristo puede desplegar su naturaleza en nosotros. Entonces nos volvemos libres

  • para crecer en el amor a Dios, de unos a otros y al prójimo;
  • para disponernos a servirlo, a involucrarnos en las comunidades y a apoyarnos mutuamente;
  • para ponerlo en el centro de nuestra vida y orientarnos en su Evangelio.

En su retorno, nos liberará para que podamos estar en comunión eterna con Dios, para la gloria.

Foto: NAK Süddeutschland

junio 3, 2020

Autor: Michael Ehrich

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