¿Qué tiene que ver la libertad con un águila? Pues bien, ver a un pájaro tan inmenso en el cielo alcanzar grandes alturas con solo unos pocos batidos de sus alas es una imagen apropiada para la libertad sin límites, dice el Apóstol de Distrito Rainer Storck (Alemania del Oeste).
En el primer Servicio Divino de 2020 el Apóstol Mayor nos dio una recomendación: “Para el año 2020 propongo que nos concentremos en esta dinámica espiritual: ¡Cristo nos hace libres!”.
“Dinámica” significa libertad de movimiento, energía, coraje, desarrollo. Cuando pienso en estos términos, me imagino un águila, el rey del aire. Con solo unos pocos aletazos, levanta vuelo con la corriente ascendente apropiada, una imagen de soberanía y libertad de movimiento, aparentemente sin límites. Con esta dinámica protege y provee a su familia. Pero una parte importante de su labor consiste en hacer que su descendencia, los pequeños, desarrollen la dinámica que vive en ellos, que puedan aprovecharla y proveerse ellos mismos.
Si ahora imagino a un águila en una jaula o con sus alas atadas de manera que no pueda desplegarlas en absoluto, entonces esto ya no tiene nada que ver con la dinámica. Presenta un aspecto mísero, aunque es la misma criatura; ya no puede moverse como de costumbre. Solo cuando esta águila sea liberada de su prisión, cuando sea liberada de las ataduras, podrá volver a su antigua potencia.
Me gustaría aplicar este ejemplo a nuestra vida y a nuestra fe. A veces las preocupaciones, las penas y las decepciones nos deprimen tanto que estamos limitados severamente en nuestra libertad de movimiento. Nuestros pensamientos nos deprimen, solo nos arrastramos de un día para otro. Lo notamos en nosotros mismos, y a veces no se puede ocultar a los demás, no conocemos una salida.
¿Pero tiene que quedar así? No, porque: Cristo nos hace libres. Nos dio su palabra. Su palabra es la verdad, y la verdad del Evangelio nos hace libres. Los Sacramentos de salvación se remontan a Jesucristo, fortalecen a nuestra alma y le dan fuerza. Esta dinámica se describe acertadamente en una estrofa de un canto: «Él te hace libre para que puedas volver a batir las alas de tu alma; alegremente puedes cantar: Él vuelve nuevas todas las cosas”.
Por último, me gustaría recordar que una oración sincera en la que buscamos la vinculación con nuestro Señor Jesucristo puede liberarnos de más de un pensamiento oscuro y más de una preocupación que nos atormenta, porque sabemos que Él nos cuida y no tenemos nada que temer.
En este sentido, nos deseo a todos esta grandiosa dinámica: ¡Cristo nos hace libres!
Foto: Marcel Felde