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Amados. Enviados. Salvos.

06 08 2025

Autor: Andreas Rother

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La fe no es un fin en sí misma. Dios ha enviado a cada creyente a hacer palpable su amor. ¿Cómo? En realidad, eso ya se sabe. Pero ¿funciona? Aquí viene la autoevaluación.

Experimentar y transmitir el amor de Dios fue el tema central del Servicio Divino celebrado el 24 de mayo de 2025 en Serenje (Zambia). El punto de partida fue Mateo 3:16-17: “Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”.

El agua, la paloma y el camino hacia Dios

Hasta el Bautismo de Jesús, el cielo había estado cerrado, explicó el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider. Es decir, los seres humanos ya no tenían acceso a la comunión con Dios. Jesús vino para abrir los cielos. Mediante su sacrificio, hizo posible de que los seres humanos volvieran a Dios.

En realidad, Jesús no tenía por qué bautizarse, ya que no tenía pecado. Sin embargo, con este ejemplo, marcó el camino para los seres humanos. El dirigente de la Iglesia prestó especial atención al Espíritu Santo en forma de paloma. Desde el final del diluvio, esta representa la misericordia de Dios, la reconciliación con Él y, por lo tanto, la verdadera paz a través de la comunión con Él.

Dios confiesa, Dios encarga, Dios acompaña

El Apóstol Mayor trazó una serie de paralelismos entre Jesús y los creyentes de hoy. Entre ellos se encuentran los siguientes:

  • En el Bautismo, Dios, el Padre, confesó a su Hijo. Y a través del renacimiento de agua y del Espíritu, los sellados llegaron a ser sus hijos. “Dios te ama como amó a Jesucristo”.
  • Jesús fue enviado para anunciar el Evangelio y liberar al mundo del mal. En Él, Dios estaba presente en la tierra. “Tienes una misión que cumplir. Debes transmitir su mensaje. Debemos demostrar que Dios está presente en la tierra. Él quiere hacer el bien a nuestros semejantes a través de nosotros”.
  • Dios no le ahorró a Jesús el sufrimiento, pero le dio la fuerza para soportarlo. “Dios está con nosotros cuando sufrimos y nos da la fuerza para permanecer fieles incluso en los momentos más difíciles de nuestra vida”.

Autoevaluación sobre el envío

“Amados hermanos y hermanas, ¿puedo hacer una pregunta?”, dijo el Apóstol Mayor. “¿Qué ven las personas cuando miran a los cristianos nuevoapostólicos? ¿Somos realmente testigos de Jesucristo?”, insistió, y mencionó cinco aspectos fundamentales.

  • “¿Ven que para nosotros es muy importante cumplir los mandamientos, pase lo que pase?”.
  • “¿Pueden ver que estamos dispuestos a hacer el bien a nuestro prójimo por amor a Jesucristo?”.
  • “¿Pueden ver nuestro desarrollo espiritual?”.
  • “¿Pueden ver que luchamos por la unidad?”.
  • “¿Pueden ver que nos esforzamos por perdonar, reconciliarnos y resolver problemas por amor a Jesucristo?”.

“Esa es la razón por la que estamos aquí y podemos llamarnos hijos de Dios”, subrayó el Apóstol Mayor Schneider. “Tenéis una misión que cumplir. A través del don del Espíritu Santo, Dios nos ha prometido que estará con nosotros. Pero solo aquellos que realmente desean la salvación serán salvos. Hermanos y hermanas, es realmente tiempo de hacer el bien”. 

06 08 2025

Autor: Andreas Rother

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