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Buscando casa con Dios

enero 18, 2022

Autor: Andreas Rother

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No solo de visita, sino para instalarse por completo: ¿Qué hacer cuando Dios dice: “Vengo a morar en medio de ti”? El tutorial de un Servicio Divino con el Apóstol Mayor.

Canta y alégrate, hija de Sion; porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti, ha dicho Jehová”. Así fue la palabra bíblica de Zacarías 2:14 en la que se basó el Servicio Divino del 19 de diciembre de 2021 en Troisdorf (Alemania).

¿Alegrarse en tiempos como estos? “No se trata de una alegría humana ligada a las emociones, dependiente del calendario o del estado de ánimo”, dijo el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider. “Es una alegría de una calidad completamente diferente, una alegría interior muy profunda, una satisfacción interior”.

¿De dónde viene? “El Espíritu Santo nos revela quién es Dios y qué hace por nosotros. De allí viene nuestra alegría. Una alegría así se puede sentir en un campo de refugiados, en un lecho de enfermo, en el hospital, en cualquier lugar de la tierra; y puedo dar testimonio de que se puede experimentar esta alegría también allí: la alegría en el Señor”.

Siempre más cerca: primero aquí, luego allí

“Sí, ¿qué hace entonces el amado Dios?”, preguntó el Apóstol Mayor, respondiendo con el pasaje bíblico: “Vengo, y moraré en medio de ti, ha dicho Jehová”. Y esto se hizo realidad de tres maneras:

  • Dios ha venido con los seres humanos, ha morado con ellos, para que los seres humanos puedan venir a Dios y luego morar con Él”.
  • “El Hijo de Dios, Dios mismo, se hizo hombre para demostrar su amor a la humanidad”. Y eso significa: “Tomo parte en tus penas, en tu dolor, en tus problemas, y tomo parte hasta en la muerte”.
  • “Dios ha venido en el Espíritu Santo y mora entre los seres humanos. Eso significa que está presente permanentemente. Todo el que acude a Él con fe y confianza puede recibir consuelo de Él, puede recibir ayuda de Él y puede experimentar su presencia”.

Siempre presente: en casa y en el corazón

“Eso no es todo, por supuesto que también mora en su templo”, subrayó el dirigente de la Iglesia: “Podemos experimentar a Dios en el Servicio Divino, donde están activos los Apóstoles. Dios actúa en el perdón de los pecados, en la administración de los Sacramentos, en la prédica. E incluso cuando la prédica tal vez es un poco ‘torcida’, cuando incluye algunas otras cosas. Dios es todopoderoso: Él puede darme la fuerza que necesito incluso a través de esa prédica totalmente imperfecta”.

“El amado Dios no solo quiere venir a visitarnos, quiere morar con nosotros, quiere estar con nosotros permanentemente, no solo el domingo por la mañana, sino todos los días”. ¿Cómo se consigue esto? El propio Señor Jesús lo explicó muy bien. Aquel que guarde sus mandamientos, Dios morará con él y su alegría permanecerá con él. “El amor a Dios, el amor al prójimo, los Diez Mandamientos, quien se atiene a ello, en días buenos y en días malos, experimentará la presencia de Dios y podrá alegrarse”.

Siempre más claro: adentro y afuera

“El Señor también mora en la comunión de los santos, en la comunión de los creyentes, en la comunión de los hijos de Dios”, dijo el Apóstol Mayor refiriéndose a los efectos descritos por el profeta Zacarías. “Esta es una hermosa imagen del lugar donde habita Dios. Están los ancianos, los de avanzada edad con el bordón en su mano. Se sientan allí tranquilamente y los niños pueden jugar”. Esta imagen significa: “Donde los hijos de Dios están llenos del amor de Dios, del amor de Jesucristo, todos pueden sentirse bien, incluso los débiles”.

Donde mora Dios “hay paz y amor, no hay acusaciones, ni guerras, ni peleas, y hasta el mundo exterior debe ver: Allí las cosas son diferentes, Dios los santifica”, enfatizó el Apóstol Mayor Schneider: “He aquí vengo. Por supuesto, esto también es una alusión al retorno de Jesucristo. Jesús dice: ‘Vendré de nuevo, y entonces te llevaré conmigo. Y entonces podrás morar conmigo para siempre’”.

enero 18, 2022

Autor: Andreas Rother

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