Buscar y encontrar: caminos para llegar a la paz
Jesucristo tiene muchos nombres. Como Príncipe de paz, su presencia tiene una cualidad con la que muchas personas tienen dificultades. ¿Qué caminos hay para aprender del Maestro de la paz? Reflexiones sobre el Día Internacional de Oración por la Paz que se celebra el 21 de septiembre.
¡Primero necesitamos un nuevo anhelo de paz! Las generaciones tienen que volver a darse cuenta de que solo la paz puede garantizarles seguridad, bienestar y futuro.
La guerra es claramente la peor de las variantes de la convivencia interpersonal. Hoy en día, el comportamiento despiadado, la realización de objetivos egocéntricos en la vida o el gestar conflictos dolorosos en niveles crecientes de escalada son casi parte de la vida cotidiana.
No tiene por qué ser así, ya que “vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca” (Efesios 2:17).
Evitar el pecado
El hombre ha sido creado a imagen de Dios y, por lo tanto, forma parte de la armonía entre el Creador y la creación. Es posible reconocer la lucha por la paz. Terapeutas y mediadores lo intentan a pequeña escala, innumerables políticos lo hacen a gran escala. Se han instituido premios a la paz.
Sin embargo, en definitiva, todos estos esfuerzos no tienen éxito si el pecado domina a la humanidad. Pero se puede vencer con Cristo. Cuanto mayor sea la cercanía al Señor, más controlable será el pecado.
Las grandes cosas empiezan en lo pequeño
La paz comienza en el propio corazón. ¿Cómo puedes traer la paz al mundo si no tienes paz en ti mismo? Por lo tanto, la gran paz empieza en lo pequeño:
- Hay que pedirla. Por eso oramos por la paz en las familias, en las comunidades, dentro del cristianismo, por la paz en el mundo.
- El hombre debe arrepentirse, hacer penitencia y buscar el perdón de los pecados.
- Hay que estar dispuesto a la reconciliación entre las personas y los pueblos que se han vuelto culpables unos de otros.
- Hay que aceptar a Cristo, su Evangelio y los mensajeros de la paz enviados por Él.
El “Día de la Paz”, introducido por las Naciones Unidas, se celebra en todo el mundo desde 2004 como «Día Internacional de Oración por la Paz» por recomendación del Consejo Mundial de Iglesias. El tema de este año es “Jesucristo, el Príncipe de paz”. La Iglesia Nueva Apostólica apoya este movimiento desde 2005 y pide a todas las comunidades que ofrezcan en el Servicio Divino una oración especial por la paz.
Foto: peterschreiber.media – stock.adobe.com