Su celo por predicar y su valor de confesión los llevaron ante el tribunal, ante el mismo tribunal que ya había hecho ejecutar a su Señor. Pero esto no pudo hacer detener a Pedro y Juan. ¿Por qué? ¿Y qué tiene que ver con nosotros hoy?
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Foto: NAC Zambia
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Con estas preguntas comenzó el Servicio Divino del 27 de junio de 2017, en Manza (Zambia). La respuesta la encontró el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider en el texto bíblico de Hechos 4:13: «Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús».
Pedro y Juan siguieron el ejemplo de Jesús, explicó el Apóstol Mayor. Estuvieron junto a Él, oyeron su doctrina, vieron su padecimiento y sus milagros. «Por eso estaban llenos de valor. Sabían que Jesús es más fuerte que la muerte». También hoy existe la posibilidad de estar junto a Jesús: «En cada Servicio Divino nos encontramos con Jesús».
Oír la voz de Jesús
Naturalmente, en la prédica uno escucha a un hombre. Y este comete errores y a veces manifiesta alguna opinión personal. No toda palabra del altar es la palabra de Dios. Pero, «a través del Espíritu Santo podemos percibir la voz de Jesucristo en el hombre débil: ‘Escucha, ahora predica el Evangelio'». Así se hace audible la voluntad de Dios. Y el que se orienta en ella, adquiere la certeza de andar por el camino correcto.
Hablar con Jesús
El Señor está en medio de aquellos que se congregan en su nombre y responde a aquellos que oran juntos, destacó el Apóstol Mayor Schneider. Así, por ejemplo, la comunidad pide en el Servicio Divino en la oración del «Padre Nuestro» por la capacidad de poder seguir la voluntad de Dios. «Él responderá a nuestra oración y esto nos brinda profunda confianza».
Perdonar con Jesús
En el Servicio Divino, el Señor perdona los pecados. «Como señal de agradecimiento de que nos fue perdonado, también perdonamos a nuestro prójimo». Algunos ven en la disposición a perdonar rápidamente una debilidad que hace vulnerable. Pero, Jesús perdona de nuevo en cada Servicio Divino, aunque sabe exactamente que los errores se repiten. «Él asume el riesgo porque me ama. Mostremos que tenemos este encuentro con Jesús».
Experimentar la cercanía de Jesús
En la Santa Cena, Jesús está presente en el pan y el vino, explicó el Apóstol Mayor. «En cada Servicio Divino, Jesús nos muestra su amor: Él murió por ti. Y su amor sigue siendo el mismo, hagas lo que hagas. Lo amamos y por eso renunciamos a nuestras propias opiniones e ideas, aunque a veces esto duela.
Colocar la confianza en Jesús
El Espíritu Santo nos recuerda durante el Servicio Divino la promesa de Jesús de venir pronto. De esto se pueden sacar las fuerzas para perseverar hasta el fin. «Confiamos en Jesús porque sabemos que Él habla la verdad».
La conclusión: El encuentro con Jesús durante el Servicio Divino nos da valor. Conocemos el
camino de la salvación y somos capaces de seguirlo, perdonamos sin vacilar, ofrecemos gustosos
nuestra ofrenda y esperamos con paciencia el retorno de Cristo.