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Con el Espíritu Santo contra falsas promesas

junio 13, 2016

Author: Andreas Rother

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Tranquilizar, encubrir, relativizar: los falsos profetas con los que tuvo que vérselas Jeremías, sólo decían al pueblo lo que este quería escuchar. El Apóstol Mayor Schneider ve en este hecho una imagen del tiempo actual.

Fue una pequeña comunidad, la que se reunió el 22 de mayo de 2016 para el Servicio Divino en el hotel Keio Plaza, Tama City, cerca de Tokio (Japón). Escucharon al comienzo el texto bíblico: «Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis» (Jeremias 29:11).

Una imagen que habla

El Apóstol Mayor explicó primero el contexto bíblico: mientras que el pueblo de Israel era amenazado por los poderosos babilonios, Jeremías tuvo que vérselas con falsos profetas «que decían al pueblo lo que este quería escuchar». Así intentaton primero hacerles creer que el enemigo no era un peligro para ellos. Después que el que se quedaba en el templo, estaba seguro. Y finalmente que el cautiverio terminaría rápidamente. En cada oportunidad, Dios le pedía a su profeta Jeremías que restaurase la verdad.

«Este hecho es para nosotros una imagen que habla», explicó la máxima autoridad de la Iglesia. «Como hijos de Dios, como renacidos de agua y Espíritu somos ciudadanos de los cielos. Estamos aquí en el exilio y esperamos nuestra liberación». Pero en lugar del profeta, ahora es el Espíritu Santo el que nos revela la voluntad de Dios.

«Pero el Espíritu Santo no nos dirá todo», dijo el Apóstol Mayor mencionando como ejemplos el futuro del plan de redención de Dios y el mundo del más allá. «Su tarea consiste en decirnos lo que debemos saber para ser salvos. ¡Esto es lo decisivo! Y esto nos alcanza».

Exhortador y orientador

En este sentido, el Espíritu Santo también advierte de «falsos profetas». Advierte de …

  • … quitarle importancia a los peligros del pecado: «No puedes asumir simplemente que recibirás gracia. Debes obedecer a la voluntad de Dios, esa es tu tarea».
  • … creerse seguro concurriendo a la Iglesia, ofrendando y orando: «Con eso no basta. Si tu ser y tu obras no cambian, no estás redimido».
  • … descuidar el encargo de Dios: «Él quiere que seamos una bendición para las personas de nuestro entorno, que les ayudemos a encontrar a Cristo, a descubrir su amor y su verdad».

Pero el Espíritu Santo también nos señala el camino a la liberación. Él nos muestra a Cristo y su amor: ¡Mira hacia Él, regálale tu confianza!». El Espíritu Santo «nos habla del final que Dios nos quiere dar: tener comunión eterna con Cristo». Y finalmente fortalece la seguridad: «Nuestra esperanza es fundamentada, pues se basa en la palabra de Cristo».

«Luchemos contra el pecado», apela el Apóstol Mayor Schneider para terminar. «¡No estemos satisfechos con ser nuevoapostólicos, sino que debemos cambiar! Somos conscientes de que aquí sobre la tierra tenemos una misión: somos parte de la sociedad y debemos ser una bendición para las personas de nuestro entorno».

junio 13, 2016

Author: Andreas Rother

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