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Con palabras y hechos, ¡y mucho humor!

febrero 14, 2023

Autor: Katrin Löwen

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El Apóstol de Distrito Karl Kühnle fue un hombre de palabras, pero también de los hechos. Hoy habría cumplido 100 años. La vida de un alemán de Suabia que se propuso llevar su fe a África, Europa Oriental y la Península Arábiga.

“Satanás huye cuando te ve orando”. O: “La gran bendición de las grandes preocupaciones es que se devoran a las pequeñas preocupaciones”. Muchos miembros de la Iglesia de Alemania del Sur aún recuerdan los aforismos de su Apóstol de Distrito Karl Kühnle. Sus enunciados procedían de los propios hermanos y hermanas en la fe. Se los apropiaba y los convertía en aforismos cuando le venía la inspiración, tanto de día como de noche. Por eso siempre había un bloc y un bolígrafo en su mesa de luz. También utilizaba esas pegadizas fórmulas en los Servicios Divinos. “Karl Kühnle era un predicador dotado”, lo describió más tarde el Apóstol Mayor Richard Fehr.

Karl Ludwig Kühnle nació el 14 de febrero de 1923 en Unterbrüden (Alemania) como tercer hijo. Sus padres llegaron a ser nuevoapostólicos cuando él aún era niño. Él mismo recibió el Sacramento del Santo Sellamiento cuando tenía tres años.

De niño pasaba mucho tiempo en el taller de carpintería de su padre. Para disgusto de los demás carpinteros, pues tenían que usar las cepilladoras desafiladas con las que el niño había trabajado antes alegremente. Más tarde aprendió una profesión comercial. Mientras estudiaba, murió su padre. El funeral tuvo lugar el día en que cumplía 15 años. “Mi madre se acercó para saludarme para mi cumpleaños y añadió: ‘Pero ahora ya no tenemos papá’. Fue uno de los días más tristes de nuestra vida para mí y mis dos hermanos mayores”.

El humor suabo

Sin embargo, no perdió el sentido del humor. El Apóstol Mayor Fehr dijo una vez de él: “Con su humor suabo consiguió abrir corazones cerrados y crear un ambiente amistoso en situaciones difíciles”.

En 1942 Karl Kühnle tuvo que cumplir el servicio militar y en 1944 fue hecho prisionero en el sur de Francia. Describió su encarcelamiento en Marruecos con palabras insistentes: “Con calor tropical, hambre, una enfermedad grave e incertidumbre sobre el futuro, viví una época amarga. Sin embargo, no me habría gustado perdérmela, porque tuvo un efecto formativo en mi alma”.

En mayo de 1947, le permitieron volver a casa. Encontró trabajo en una fábrica de motores y maquinaria cerca de Backnang y se casó con Gertrud Krautter el 16 de octubre de 1948. Ambos tuvieron dos hijos, que más tarde fueron Apóstoles: Werner y Volker Kühnle.

Predecesor de un Apóstol Mayor

En diciembre de 1950 Karl Kühnle recibió su primer ministerio en la Iglesia Nueva Apostólica a través del Apóstol de Distrito Georg Schall. Pasó un año antes de que alcanzara el siguiente nivel ministerial, hasta que se convirtió en Evangelista de Distrito un día antes de su cumpleaños, en 1953. El Apóstol Mayor Walter Schmid ordenó a Karl Kühnle como Obispo en 1966 y como Apóstol en febrero de 1968.

En el Servicio Divino de la juventud del 4 de mayo de 1975 en Stuttgart, Karl Kühnle recibió del Apóstol Mayor Ernst Streckeisen la misión para estar activo como Apóstol de Distrito para Baden Wurtemberg. En 1982 fue agregada a su área de actividad la Iglesia regional Baviera. De 1980 a 1981 también fue responsable de la Iglesia regional Suiza. Su sucesor como Apóstol de Distrito en 1981 fue un tal Richard Fehr.

Hacia el mundo

El Apóstol Mayor Fehr dijo más adelante de Karl Kühnle: “Fue un misionero alegre y llevó el Evangelio a muchas naciones”. El comienzo fue en Sierra Leona en 1985. “Allí realizó una gran labor misionera”, recuerda su hijo Werner Kühnle, que más tarde también fue responsable del país como Apóstol. “En aquella época había tres o cuatro comunidades, hoy hay más de 100”.

Se agregaron muchos más países, al final eran más de dos docenas. Por ejemplo, Guinea y Níger en África, partes de Ucrania y los Emiratos Árabes Unidos. Y en 1993, incluso Marruecos, aunque Karl Kühnle había jurado no volver nunca más al país después de su cautiverio durante la guerra.

Pozos, escuelas y motos

“Consiguió financiación para construir escuelas”, añade su hijo Werner. Cuando Karl Kühnle visitó una de esas escuelas durante su construcción, los lugareños se alegraron tanto que bautizaron la escuela con el nombre del Apóstol de Distrito. Hoy tiene más de 1.000 alumnos.

Pero, “no solo ayudó a financiar pozos, escuelas y hospitales, sino que también proporcionó motos y vehículos todoterreno”. Esto permitió a los hermanos que realizaban viajes pastorales llegar incluso a los lugares más remotos y pronto pudieron fundar comunidades allí.

El fin de una era

Karl Kühnle pudo colaborar en la prédica por última vez al pasar a descanso ministerial en Fellbach el 10 de diciembre de 1995. Terminó su servir dando las gracias a los hermanos y hermanas en la fe que habían dejado “grabado el amor” en su corazón. “Con mucho gusto os doy hoy todo mi corazón y todo mi amor”.

Y así hizo estando en descanso. Con mucho gusto siguió trabajando para sus hermanos y hermanas en la fe y disfrutaba visitándolos, tal como había aconsejado a los jóvenes en 1991 en una de sus numerosas publicaciones en la Editorial Bischoff.

El Apóstol de Distrito Klaus Saur se hizo cargo de su área de actividad y Baden, Wurtemberg y Baviera se fusionaron para formar la Iglesia regional Alemania del Sur. Karl Kühnle falleció el 7 de diciembre de 2003 tras una corta enfermedad. El pésame de sus hermanos en la fe fue muy sentido.

febrero 14, 2023

Autor: Katrin Löwen

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