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Convidados a la mesa para el milagro de la alimentación

agosto 3, 2016

Autor: Andreas Rother

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¿Quién transmite la salvación de Jesucristo? Lo responde la «alimentación de los cinco mil». No sólo una historia de tiempos antiguos, sino un milagro que sigue ocurriendo hoy, una y otra vez. Y del que puede participar cada creyente.

Fue una única palabra que el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider resaltó una y otra vez del texto bíblico: «Respondiendo él, les dijo: Dadles vosotros de comer» (Marcos 6:37). Esta fue la base del Servicio Divino del 19 de junio de 2016 en Hanóver. Y en el centro de la prédica estuvo la palabrita «vosotros».

Cinco panes y dos peces alcanzaron para dejar satisfechos a 5.000 hombres más mujeres y niños que habían estado escuchando la prédica de Jesús. «¿Por qué hizo esto el Señor Jesús? Quiso sentar una señal», explicó el Apóstol Mayor: «Indicó qué es la salvación. El cuerpo y la sangre de Jesús, ¡esta es la salvación! Esto produce salvación en nosotros».

Una señal para la Iglesia

«Pero esta salvación debe ser transmitida», se refirió a la indicación de Jesús a la multitud reunida, de agruparse «formando mesas». No se puede recibir la salvación estando solo y aislado. «Únicamente se puede hacer si estás en comunión», dijo refiriéndose a que somos convidados a la mesa. «Una hermosa alusión de la Iglesia. La comunión de los fieles, aquí es transmitida la salvación».

Jesús no repartió Él mismo la comida, sino que se lo encomendó a los Apóstoles: «Dadles vosotros de comer», citó la máxima autoridad de la Iglesia explicando: «La Santa Cena, el cuerpo y la sangre de Cristo, imprescindible para la salvación, esto se lo confió a sus Apóstoles. Lo tendréis que administrar, lo tendréis que dispensar».

El agradecimiento como fundamento

«Y entonces viene el punto principal», acentuó el Apóstol Mayor: los discípulos consideraron imposible alimentar a tantos con tan poco. Pero «el Señor vio que no era mucho y sin embargo, agradeció». Y este agradecimiento al Padre celestial hizo posible el milagro de la multiplicación.

«Hoy vivimos en un tiempo en el que comprobamos con preocupación que en muchos aspectos ya no hay tanto», se refirió a la situación de las Iglesias en algunos países. Sin embargo, «no olvidemos lo esencial: ¡tenemos la salvación! ¡Tenemos a Jesucristo!».

Un llamado a todos los creyentes

El llamamiento «Dadles vosotros de comer» no está dirigido únicamente a los Apóstoles, sino a cada creyente, explicó el Apóstol Mayor Schneider mencionando tres ejemplos: que los niños crezcan en la fe no es sólo asunto de la Iglesia, sino ante todo de los padres. Aquí no se trata de instrucciones, exigencias y prohibiciones. Lo decisivo es «transmitir nuestra convicción de que Jesucristo es bueno para ti».

«El Señor Jesús convocó una y otra vez a la comunidad: ‘Edificaos unos a otros'». El fundamento para ello es que la comunidad se sienta agradecida. «Somos conscientes de todo lo que todavía tenemos. Alentémonos, consolémonos y alegrémonos unos a otros».

Esto también es válido para nuestros congéneres, expresó el Director de la Iglesia para finalizar. «No estamos en condiciones de resolver los problemas de este mundo. Pero una cosa podemos hacer, podemos transmitir a las personas nuestra certeza: ‘En Jesucristo puedes encontrar consuelo, puedes experimentar amor, tienes esperanza, tienes futuro'».

agosto 3, 2016

Autor: Andreas Rother

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