“Pienso en ti… no estás solo”. Eso es lo que las horas de recogimiento de la Iglesia quieren decirnos. Y dejan al mismo tiempo algo para recordar: “¡Acuérdate, no te olvides!”. Especialmente en estos tiempos de coronavirus son mensajes valiosos. Y eso es lo que la Dirección de la Iglesia quiere compartir.
Marzo de 2020: Mucho de lo que hasta ahora ha sido tan familiar y rutinario, de repente ya no funciona. El margen de maniobra es limitado, la gente tiene que vivir distanciada, el hogar se convierte en una fortaleza. El coronavirus dicta las reglas. En estos tiempos de crisis, las personas necesitan dos cosas: un carácter fuerte para soportar el aislamiento y un apoyo externo para sentirse apreciado una y otra vez. En contextos eclesiásticos, las horas de recogimiento son justo lo que se necesita en estos tiempos de crisis.
Devoción por fuera, recogimiento por dentro
No hay una definición clara de lo que es o no es una hora de recogimiento. Tampoco es necesario definirla, porque al final lo que cuenta es el resultado: bien ejecutada, transmite paz, seguridad y comunión. Apoya la reflexión sobre las soluciones, en lugar de llorar por problemas obvios. Las horas de recogimiento son portadoras de esperanza y hacen que el corazón mire hacia adelante. Las reuniones de recogimiento son un antídoto competente para la depresión cotidiana, un desacelerador del estrés y la tensión.
Lamentablemente, el coronavirus está obligando a las personas a reunirse solo virtualmente, es decir, a que sean emitidas tales horas de recogimiento; pero incluso eso vale la pena, como muchos dicen. Las horas de recogimiento musicales, de palabra, contemplativas, o un poco de todo… las horas de recogimiento están en aumento.
Pensamientos sobre el texto bíblico
La Dirección de la Iglesia Nueva Apostólica reaccionó hace tiempo y pidió a su grupo de trabajo Pensamientos Guías que pusiera a disposición textos para recogimiento. Uno de esos textos dice: “En tiempos en los que las posibilidades para realizar Servicios Divinos son limitadas y no es posible la dispensación de los Sacramentos, la Iglesia quisiera dar impulsos espirituales, que pueden transmitirse en forma de horas de recogimiento, a solas o con la familia, mediante llamadas telefónicas o videoconferencias de asistencia espiritual”. Se publican todos los miércoles en el sitio web central nak.org.
En el centro de atención hay un texto bíblico, alrededor del cual giran pensamientos que lo iluminan: ¿Cuál es el contexto bíblico? ¿Qué significa? ¿Qué me dice? Una conclusión al final redondea la referencia bíblica y establece la dirección para los aportes que siguen: música, oraciones, declaraciones personales redondean la hora.
Compromiso personal para todos
La estructura de una hora de recogimiento es irregular: a veces un poco más de texto, a veces un poco más de música, a veces un poco más de silencio. No hay una estructura litúrgica estricta. En sus hojas para las horas de recogimiento, la Dirección de la Iglesia menciona una forma de organizar las horas: oración al principio, texto bíblico, música, por ejemplo, leer un canto del himnario, cantar, tocar, según las posibilidades, leer en voz alta los pensamientos sobre el texto bíblico o transmitirlos libremente, silencio – reflexión – debate, aporte musical, la oración del Padre Nuestro al final.
Hay muchas buenas reacciones de las comunidades:
“Siempre espero el miércoles por la noche. La oración en nuestra pequeña comunidad telefónica es para mí un final feliz del día. Después de todo el estrés del home-office, algo de paz y tranquilidad hacen realmente bien”.
“Siempre es bueno escuchar las voces de los hermanos y hermanas. Te hace sentir lo que se perdió por el toque de queda. Mi comunidad es muy valiosa para mí”.
“Antes tendía a perder lo que me ofrecían. Ahora me estoy involucrando yo mismo”.
“La semana pasada, nuestros jóvenes del distrito celebraron una hora de recogimiento. Fue genial. Estoy tan orgullosa de mis jóvenes hermanas y hermanos”.
El ofrecimiento de la Iglesia se publica los miércoles en el sitio web internacional de la Iglesia Nueva Apostólica en cuatro idiomas: inglés, francés, español y alemán. Está destinado a ser utilizado en todo el mundo.