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De los pies a la cabeza

septiembre 19, 2017

Autor: Oliver Rütten

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Con sólo creer en Jesús no alcanza para entrar en el reino de Dios. El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider explica cómo puede, es más, debe repercutir la fe.

En su viaje de junio a África, el Apóstol Mayor Schneider también visitó la comunidad en Thika (Kenia). 4.300 participaron del Servicio Divino el viernes 30 de junio de 2017, al noreste de Nairobi. El Director de la Iglesia basó su prédica en la palabra de Salmos 118:19: «Abridme las puertas de la justicia; entraré por ellas, alabaré a JAH».

El salmista describe a los peregrinos que llegaban a Jerusalén y solicitaban a los sacerdotes que les abriesen las puertas del templo, manifestó el Apóstol Mayor. Según el Antiguo Testamento, el justo es aquel que se comporta de la manera correcta frente a Dios: no tiene a otro dios fuera de Él, obedece a su ley y lo glorifica con alabanzas y ofrendas.

«Esto es una maravillosa imagen del reino de Dios», expresó el Apóstol Mayor Schneider. El acceso también es por la puerta de la justicia. El creyente debe estar justificado por Dios para poder hacerlo. Nadie logra esta justificación por sí mismo. Por eso, Dios envió a su Hijo sobre la tierra. La fe en Jesucristo hace posible esta justificación.

Pero, «esta fe debe mostrar obras y las obras de la fe deben poder reconocerse», exhorta el Apóstol Mayor y menciona cinco ejemplos:

Obediencia. Creer en Jesús significa orientar la vida en la ley de Jesucristo. «En la vida cotidiana, todos los días, somos sinceros, hablamos la verdad y luchamos contra el pecado». Pero esto significa también, no sólo creer en el Bautismo y la Santa Cena, sino efectivamente ser renacido de agua y Espíritu y celebrar la Santa Cena regularmente.

Humildad. Creer en Jesús significa ser consciente de que Jesús tuvo que morir por uno mismo. «Necesitamos el perdón de nuestros pecados y como esto nos resulta tan importante, también estamos dispuestos a perdonar a nuestro prójimo» y «para decirlo claramente: ¡Orad por la gracia del Señor hasta el fin!».

Confianza. Creer en Jesús incluye confiar en Dios. «No rogamos a Jesús que nos demuestre su amor cada día y cada semana de nuevo. Él nos demostró su amor muriendo por nosotros». A partir de ese conocimiento se va desarrollando la confianza en Dios, aunque la voluntad de Dios no siempre se entienda, dijo la máxima autoridad espiritual de la Iglesia.

Paciencia. Creer en Jesús también quiere decir esperar con perseverancia su retorno. «Jesus dijo que vendrá otra vez y ¡vendrá otra vez! Y yo lo espero y Él me espera».

Agradecimiento. Creer en Jesús incluye agradecimiento y disposición a ofrendar. Pese a algunas carencias, pese a algunos deseos incumplidos, tenemos en nuestro corazón otra lista de todo lo que recibimos a través de Jesucristo: sus caminos, su amor, su redención, su salvación», expresó el Apóstol Mayor Schneider.

De los pies a la cabeza, es decir, comprendiendo a toda la persona por completo, así puede experimentar uno mismo la fe en Jesús y que otros también la puedan reconocer.

septiembre 19, 2017

Autor: Oliver Rütten

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