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De pasajero frecuente a siervo en descanso

septiembre 29, 2018

Autor: Peter Johanning

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Un hombre como un árbol: grande, generoso, siempre de buen humor. El 30 de septiembre entrará en los anales de la Iglesia Nueva Apostólica en Australia: pasará a descanso el Apóstol de Distrito Andrew Andersen. Una era finaliza, una nueva comienza.

Su vida se lee como una novela de aventuras: Nació en Copenhague hace 67 años. Es un danés que creció en Australia. Sus padres emigran hacia allí llegando en diciembre de 1956 al puerto de Adelaida. Toda la familia comienza una nueva vida: un país extraño, un idioma extraño, una cultura extraña. Para los pequeños huele más bien a aventura, para los padres significa un cambio enorme. Recién después de años se vuelven nativos al asentarse en Elizabeth, unos kilómetros al sur de Adelaida. El padre consigue trabajo, los niños van a la escuela. Australia se convierte en su nuevo hogar. El contacto con la Iglesia es más bien casual, a través de un compañero de trabajo del padre. En 1962 la familia llega a ser nuevoapostólica.

Apóstol con licencia de piloto

Andrew Andersen deja la casa paterna a los 16 años para estudiar en la fuerza aérea australiana, incluso obteniendo su licencia de piloto. Más tarde, como hombre de la Iglesia, el portador de ministerio Andersen, efectivamente, vuela con tanta frecuencia que la compañía aérea lo saluda personalmente cuando entra en el avión. En Australia simplemente no va sin volar, los trayectos son demasiado largos. El que como él estuvo viajando 30 años siendo portador del ministerio de Apóstol, recorre por año en avión miles y miles de kilómetros. Así y todo, el pasajero frecuente no se quedó flotando en el aire, sino con los pies bien puestos sobre la tierra: casado con su Margret desde 1972, es padre de cuatro hijos y feliz abuelo.

Incluso el año 1988 alteró poco el idilio familiar: el Apóstol Mayor Richard Fehr ordena al Evangelista de Distrito como Apóstol. Después, en 2001 el próximo impulso: una vez más el Apóstol Mayor Fehr impone sus manos, en esta oportunidad para ordenarlo como Apóstol de Distrito. Durante 17 años cumple este servicio en la Iglesia con particular alegría y enorme fuerza. Los respectivos Apóstoles Mayores y Apóstoles de Distrito lo describen como buen amigo y querido hermano.

Un pedazo de su gran corazón lo regaló el Apóstol de Distrito Andersen a las comunidades de Papúa Nueva Guinea. Dijo hace años que allí el trabajo de asistencia espiritual es muy primitivo: establecer la paz entre diferentes tribus, luchar contra insectos y cocodrilos, animarse a largas caminatas por la espesa selva. Pero lo que más le entusiasmaba era la fe primitiva que tienen las personas allí.

Un amigo con gran corazón

«Su servicio estuvo caracterizado por verdadero amor, auténtica humildad y sabiduría divina», describe el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider al Apóstol de Distrito que se despide. Y que lo pudo vivir como un verdadero amigo, con gran corazón y un fino humor. Ahora está por delante el 30 de septiembre. El pase a descanso del Apóstol de Distrito Andrew Andersen está previsto en el Servicio Divino a realizarse en Brisbane. Escuchará palabras de agradecimiento y vivirá una atmósfera emotiva, y no le parecerá bien que haya tanto revuelo en torno a él. Algunos de los Apóstoles de Distrito que estuvieron presentes en ocasión de su ordenación como Apóstol de Distrito en 2001, entretanto han fallecido, incluso el Apóstol Mayor Fehr. Y cuando el Apóstol Mayor Schneider efectúe su pase a descanso, estarán sentados compartiendo el altar los Apóstoles de Distrito Michael Ehrich (Alemania del Sur), Urs Hebeisen (Asia del Sudeste), Leonard Kolb (EE.UU.) y Mark Woll (Canadá). Y bien al final del Servicio Divino, el Ayudante Apóstol de Distrito Peter Schulte recibirá el encargo como nuevo Apostol de Distrito.

El Apóstol de Distrito saliente dice sobre su sucesor: «Este cambio fue pedido desde hace tiempo y se encuentra bajo la bendición del Señor”. Peter Schulte es un hombre de fe. Conducirá un gran distrito y lo hará con su forma de ser tranquila y prudente. En el futuro, el nuevo Apóstol de Distrito también atenderá desde Australia las comunidades nuevoapostólicas en Hong Kong, Japón, Macao, Corea del Sur y Taiwán.

Realmente, una era finaliza y una nueva comienza.

Quedar fiel

En cierta forma, el Apóstol de Distrito Andrew Andersen redactó hace poco él mismo unas palabras de despedida de su servicio activo. Fue en En foco 12/2018, donde escribió entre otras cosas: «Un conocido dicho expresa: «Haz lo que predicas». Esto significa tanto como que uno mismo debe hacer lo que le «predica» a otros. Pero me parece aún mejor que vivamos nuestra fe siendo conscientes de nosotros mismos, que estemos con la conciencia tranquila y que nuestras obras constituyan una prédica para los demás. En nuestro largo camino de la vida seamos fieles a Cristo y afirmémonos en lo que respecta a la fe en el círculo de nuestra familia, de nuestros amigos y vecinos. Nuestra determinación de mantener viva nuestra fe debe manifestarse a otros. Mis amados hermanos y hermanas, seamos y quedemos fieles a Cristo».

septiembre 29, 2018

Autor: Peter Johanning

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