Después de la inundación: entre la ayuda de emergencia y la reconstrucción
Un cielo azul brillante, una pradera con una vegetación exhuberante, ¿una foto de las vacaciones? ¡Para nada! Aquí hace poco había una aldea. «En todas partes destrucción», dice el Obispo Alwin Witten. Toda una semana estuvo de viaje por Beira encomendado por la Iglesia Nueva Apostólica África del Sur.
Beira es una ciudad portuaria de Mozambique con 500.000 habitantes, donde el ciclón «Idai» tocó tierra en marzo. Con vientos de hasta 200 kilómetros por hora, el ciclón devastó todo el territorio. La inclemencia meteorológica estuvo acompañada por lluvias torrenciales persistentes, también en los días previos y posteriores. Las huellas de los estragos se hicieron notar primero en Malawi, luego en Mozambique y finalmente en Zimbabwe.
No es previsible el final de la emergencia
«Noticias ONU» es el boletín de noticias que envía UN OCHA, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios. En Malawi y Zimbabwe ahora todo es silencio. Pero de Mozambique llegan nuevas noticias todos los días.
La catástrofe de la naturaleza se cobró más de 600 víctimas fatales. Casi 240.000 viviendas están destruidas o seriamente dañadas. Más de 160.000 personas viven en más de 160 alojamientos de emergencia. Precisamente la falta de agua potable limpia hace que se desencadenen brotes de epidemias. Se conocen hasta ahora casi 3600 casos.
Y el final todavía no es previsible. Tres semanas después de la inundación, franjas de tierra completas todavía se encuentran bajo el agua. Y la temporada anual de precipitaciones recién ha comenzado.
Los colaboradores traen esperanza
Pero también están las buenas noticias. Las grandes obras caritativas, como por ejemplo la Cruz Roja, se encuentran allí brindando ayuda de emergencia. Más de 750.000 personas fueron provistas de raciones de alimentos. Y han recibido casi la misma cantidad de vacunas contra el cólera. Así también está comenzando la distribución de semillas para volver a cultivar los campos devastados.
«Es maravilloso ver cómo trabajan aquí juntas las organizaciones caritativas», informa el Obispo Witten desde su área de actividad en Mozambique. La Iglesia Nueva Apostólica cuenta aquí con once áreas de Apóstol que tienen unos 190.000 miembros. El distrito más afectado por la inundación fue el del Apóstol Agostinho Dzimba con sus 43 comunidades. Ocho iglesias están destruidas completamente, muchas otras están dañadas.
La reconstrucción comienza paso a paso
¿Cómo reaccionan las personas de Mozambique ante las necesidades? «Ellos nunca tuvieron mucho y están acostumbrados a las privaciones», dice el Obispo Witten. «Hacen lo que tienen que hacer para poder continuar. Abordan su problema y vuelven a edificar». Y aquí es donde quiere brindar su apoyo la INA África del Sur, más precisamente su obra caritatitva «Masakhe Foundation».
Después de los informes sobre la catástrofe de las inundaciones en Mozambique, los miembros de la Iglesia dieron a conocer su deseo de ayudar. Y la fundación ya había iniciado una campaña de donaciones. El dinero estará destinado a la reconstrucción de escuelas. «En medio de la confusión hay niños vestidos con sus uniformes escolares que quieren ir a clases, pero la escuela ya no está», cuenta el Obispo Willen sobre situaciones que lo conmovieron especialmente.
La ayuda de emergencia en plena marcha
Se está debatiendo acerca de la colaboración de «NAK-Karitativ» para el proyecto de escuelas. Mientras que la obra caritativa de Alemania está pensando en ocuparse de la reconstrucción en Mozambique, la ayuda de emergencia está en plena marcha en Malawi y Zimbabwe. Lo informa la coordinadora de proyectos Joana von Jarmersted.
15.000 personas reciben paquetes de emergencia con alimentos, mantas, lonas y tabletas de cloro para el tratamiento del agua, así como lápices y cuadernos para los niños. Un punto central de la atención está puesto en el sur de Malawi. Hasta allí también es llevado un kit de salud para proveer a 1000 personas durante tres meses analgésicos, antibióticos, vendajes, así como complementos alimentarios para personas desnutridas.
NAK-Karitativ está trabajando conjuntamente con la New Apostolic Church Relief Organisation (NACRO) y «Help e.V. – Ayuda para la autoayuda». NAK-Karitativ no solo recibe el apoyo financiero de una campaña corriente de donaciones, sino también de un aporte de 50.000 euros de su par, la organización nuevoapostólica «human aktiv» de Alemania del Sur. 30.000 francos fueron donados directamente a la Cruz Roja por «NAK-Humanitas» alineándose también esta organización en la ronda de colaboradores.