Color del sitio web:

apostles.today

Dios no tiene misterios

julio 14, 2021

Autor: Katrin Löwen

Imprimir
Escúchalo

Lo que está oculto saldrá a la luz. Esto también se aplica a las cosas que las personas no entienden de Dios. El Apóstol Mayor informa sobre los misterios que Dios manifiesta al creyente.

El domingo 13 de junio de 2021, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider celebró un Servicio Divino en su tierra natal, concretamente en Nîmes (Francia), de forma imprevista debido a la cancelación de sus viajes. El dirigente de la Iglesia sirvió a la comunidad con un pasaje bíblico de Lucas 8:17: “Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz”. El Apóstol Mayor explicó que Jesús formuló esta afirmación varias veces y que con ella quiso decir varias cosas.

Dios se manifiesta al creyente

Dios mismo se manifiesta a los que creen en Él. “Las personas no tenían un buen conocimiento de Dios y pudieron conocer a Dios a través de la manifestación de Dios en la creación, en Jesucristo y en el Espíritu Santo”. Los creyentes reconocieron “que Dios era un Dios de amor, un Dios de gracia, un Dios de misericordia”. Sin embargo, la automanifestación de Dios estaba oculta para los que no creían en Él, por lo que la palabra debe leerse como una invitación a creer en Dios.

El creyente debe manifestar el Evangelio

La palabra también debe leerse como una exhortación a anunciar el Evangelio. Los creyentes pueden hacerlo:

  • confesando a Jesucristo: “No se trata de que ahora nos paremos en las Arenas de Nîmes y demos discursos de proclamación, todos sabemos que eso no sirve de nada. Cuando no estemos de acuerdo, cuando algo contradiga el Evangelio, debemos decirlo”.
  • demostrando su pertenencia a Cristo con sus acciones: “El Evangelio debe ser anunciado a través de nuestras obras, a través de nuestra confesión pública a Cristo”.
  • contribuyendo activamente a la unidad de la Iglesia, porque “la unidad de la Iglesia ayuda a manifestar el misterio de Cristo”.

Dios manifestará su gloria al creyente

El Apóstol Mayor explicó que la palabra bíblica manifiesta maravillosas promesas:

  • Nadie puede impedir la difusión del Evangelio: “Las potestades del maligno no podrán impedir que Jesucristo dé a conocer a todos los seres humanos el misterio de Dios, el Evangelio”, dijo el Apóstol Mayor: “Jesús se encargará de que todos los seres humanos lleguen a conocer el Evangelio de Cristo”.
  • Jesucristo está vinculado a su Iglesia: “Por el momento lo creemos, pero todavía está oculto”. La Iglesia todavía parece débil e imperfecta a los ojos de los hombres, pero “se convertirá en la Iglesia gloriosa, santificada por Cristo”.
  • Los justos reciben la bendición de Dios: “Hoy en día la bendición a menudo sigue estando oculta. Obedecemos a Dios, damos nuestras ofrendas, servimos a Dios, hacemos lo que Él nos pide. Pero no vemos realmente la bendición; otros a nuestro alrededor están mucho mejor que nosotros”. Pero alguna vez se manifestará la diferencia entre los justos y los malos.

Ante Dios se manifiestan todas las cosas

Nada está oculto a Dios, nada escapa a su justo juicio, demostró el Apóstol Mayor:

  • Jesús condena la hipocresía: “Él condena y juzga según el corazón, según la verdadera motivación”.
  • Dios mide el esfuerzo y no el rendimiento visible: “Nosotros, como seres humanos, no somos capaces de ver el verdadero esfuerzo, vemos el resultad y nuestra visión a menudo está distorsionada, nos impresionan las obras. Dios ve el verdadero esfuerzo”.
  • Dios no solo tiene en cuenta el pecado, sino también la culpa: “Nosotros vemos el pecado, mientras que Jesús evalúa la culpa, y eso no es lo mismo en absoluto”.

Dios manifiesta las fortalezas y debilidades

“La palabra también es enseñanza”, explicó el dirigente de la Iglesia. Dios quiere que las personas se conozcan mejor a sí mismas. Para ello, Jesús a veces tuvo que decir palabras duras, incluso hirientes: “Dijo a Pedro: ‘Quítate de delante de mí, Satanás’ (Mateo 16:23). El pobre Pedro pensaba que estaba haciendo lo correcto, y Jesús lo llamó demonio”. ¿Por qué hizo eso Jesús? “Simplemente porque quería dar a los que estaban ante Él la oportunidad de conocerse, de descubrir sus fortalezas y debilidades ocultas”, explicó el Apóstol Mayor, aconsejando a los hermanos en la fe: “A veces, parece que el Señor nos habla con dureza. ‘¿Cómo puede decirnos esas cosas el Dios del amor?’. Antes de que te ofendas, antes de que des un portazo, piensa en eso. Probablemente solo quiere ayudarte a descubrir tus fortalezas y debilidades”.

julio 14, 2021

Autor: Katrin Löwen

Imprimir