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Doblemente al servicio de la comunión

marzo 24, 2018

Autor: Karin Zwar

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Brasil, una localidad de difícil acceso, un lugar de refugio de la época de la esclavitud: aquí Juvenal Basílio da Costa se involucra doblemente a favor del público en general. Para la comunidad política trabaja como organizador y para la comunidad de la Iglesia, como asistente espiritual.

Un capítulo oscuro en la historia de Brasil es la triste y terrible época en la que se practicó el tráfico de esclavos en forma despiadada e insensible. Entre los siglos XVI y XIX fueron llevados más de tres millones de esclavos de África a Brasil en los barcos de esclavos que atravesaron el Océno Atlántico. Allí se explotó con injusticia y en forma totalmente inhumana el trabajo de hombres, mujeres y niños en las plantaciones de caña de azúcar.

El 13 de mayo de 1888 una ley abolió la esclavitud en Brasil. Los esclavos obtuvieron su libertad total y definitiva. Actualmente viven en Brasil más de 55 millones de descendientes de estos esclavos. La mayor cantidad de personas de descendencia africana fuera de África.

Antes un escondite para los perseguidos

El Primer Pastor Juvenal Basílio da Costa es descendiente de esclavos africanos. Su bisabuelo todavía era esclavo. El Primer Pastor Juvenal –como lo llaman– vive en un «quilombo». Así se denominaban en Brasil los poblados de esclavos negros que habían escapado de sus dueños. Tales aldeas de esclavos se encontraban en áreas muy alejadas, donde la naturaleza los protegía de sus perseguidores, eran comunidades autosustentables.

El Quilombo Capoeiras está ubicado a 72 kilómetros de Natal, la capital del estado federal de Río Grande del Norte. El Primer Pastor Juvenal informa: «El nombre Capoeiras es un término con el que los esclavos denominaban una mezcla de baile, arte marcial y música».

Hoy Capoeiras, con aproximadamente 230 familias, cuenta con unos 2.000 habitantes. El poblado dispone de una escuela primaria y un centro de salud. Hay corriente eléctrica recién desde hace 20 años y agua corriente recién desde hace 14 años.

Como organizador en el Quilombo Capoeiras

Así como su padre, Juvenal Basílio da Costa también es dirigente comunitario en su quilombo. «Como dirigente comunitario tengo la responsabilidad de estar a disposición del pueblo las 24 horas para ayudar y servir a la población cuando necesita algo», informa Juvenal Basílio da Costa. «A veces es necesario conseguir medicamentos, otras veces organizar un transporte para un turno médico. En algunas oportunidades hay que entrar en contacto con políticos de diferentes partidos para hablar con ellos y pedir ayuda».

Capoeiras se encuentra aislada y sólo se puede llegar allí por calles de polvo sin pavimentar. «Este es uno de los obstáculos más grandes para llegar al pueblo». Como otros pobladores del lugar, la familia vive principalmente de la agricultura. «Plantamos mandioca, porotos y maíz. Además vendo bebidas en un puesto de expendio de bebidas y mi esposa fabrica escobas con botellas de plástico».

Como asistente espiritual en la comunidad Capoeiras

El Primer Pastor Juvenal y su esposa, siete hijos y 16 nietos conforman el núcleo de la comunidad Capoeiras. «Mi esposa y yo tenemos un dicho familiar que tratamos de transmitir a todos: Nadie puede entrar en casa con una cara llena de odio. Debe reinar la felicidad porque sabemos que estamos en manos de Dios», informa el dirigente de la comunidad y agrega: «Tenemos muchas pequeñas habitaciones en la casa, siempre hay lugar para todos. Estamos muy agradecidos porque toda la familia concurre a los Servicios Divinos». Hace poco Capoeiras se fusionó con la comunidad Sítio Pavilhão. Ahora participan de los Servicios Divinos hasta 70 hermanos y hermanas en la fe.

Su primer contacto con la Iglesia Nueva Apostólica fue en el año 1984, cuando un Apóstol de Renania del Norte-Westfalia y sus acompañantes llevaron la doctrina nuevoapostólica a Río Grande del Norte. En 1985 fue fundada la comunidad Capoeiras y el padre de familia fue ordenado en el ministerio de Diácono. Con el paso del tiempo surgieron en el interior del estado otras comunidades, por ejemplo Sítio Pavilhão, Bom Jesus, Elói de Souza.

«En nuestra vida cotidiana tenemos muchas dificultades. La fe es esencial para mirar para adelante, para sobrevivir, para avanzar, para mantenernos con alegría, a pesar de todas las adversidades», dice el Primer Pastor Juvenal. «La vida bajo tales circunstancias nos hace tener cada día nuevas experiencias en la fe».

marzo 24, 2018

Autor: Karin Zwar

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