Dondequiera, como en casa: también allí, donde hay necesidad
Quizás sólo una gota sobre la piedra caliente, pero cada gota cuenta: junto con muchas otras organizaciones, las obras caritativas nuevoapostólicas están en medio de los acontecimientos mundiales, sea en Sierra Leona como en Bangladesh.
Protección de enfermedades
Junto con la organización asociada Help, NAK-karitativ ayuda a unas 1000 familias de la etnia de los rohinyás. Esta minoría étnica vive en Myanmar principalmente en la frontera con Bangladesh. Se ven perseguidos desde hace años, padeciendo de discriminación y violencia. A fines de agosto, el conflicto se agudizó y produjo una ola de huidas al vecino país de Bangladesh.
Allí vive más de medio millón de personas en campos de refugiados superpoblados. Por el persistente monzón, las condiciones de vida de las personas son dramáticas. Junto con «Help», NAK-karitativ se ocupa de la distribución de bienes complementando así las medidas del PMA (Programa Mundial de Alimentos) de la Organización de las Naciones Unidas. Las familias son asistidas ante todo con redes para mosquitos, vestimenta y artículos de higiene. Se procura proteger a las personas del cólera y la malaria.
Lo más necesario para vivir
20.000 euros fueron puestos a disposición por la Obra Misionera de la Iglesia Nueva Apostólica Alemania del Sur como ayuda inmediata en Sierra Leona. Las personas que quedaron sin techo en la «catástrofe gemela», reciben alimentos, agua potable, vestimenta y artículos de higiene. La obra caritativa está trabajando junto con la Cruz Roja y un fondo gubernamental.
Intensas precipitaciones afectaron gravemente el estado del oeste africano. 30.000 personas perdieron, según datos de los medios, sus hogares. Y a esto todavía se agregó el fuerte desprendimiento de tierra en Regent, cerca de la capital Freetown y en otros lugares, que produjo la muerte a unas 1.000 personas.
Las personas de ese país, uno de los más pobres del mundo, tuvieron que padecer mucho en los últimos 25 años. De 1991 a 2002 las asoló una guerra civil, en la que perecieron 50.000 a 300.000 personas y unas 2,6 millones perdieron su patria. Y entre 2014 y 2016 se produjo la epidemia de ébola, que costó la vida a 4.000 enfermos. En esas crisis, la Iglesia también desarrolló ayuda humanitaria, como se recuerda localmente .
Un corazón para los niños
Después de una breve y grave enfermedad falleció el Obispo André Kreis el mes pasado. Era el presidente de la junta directiva de NAK-Humanitas . «Con él parte a la eternidad una personalidad con ideas y fuerza de voluntad, un hombre con mucho corazón», escribe la obra caritativa de la Iglesia Nueva Apostólica Suiza en su sitio web.
Llevaba muy especialmente en su corazón el apoyo y la promoción de los niños. De ese modo surgieron los hogares de día para niños en Zabrani (Rumania) y Razeni (Moldavia). El Obispo Kreis y su esposa querían comprar una pequeña casa en Zabrani para que después de su jubilación se pudiesen involucrar como voluntarios por los niños, ayudarlos y acompañarlos.