Un trompetista tocando su instrumento. ¿Una imagen como cualquier otra? En absoluto, porque esta foto tiene una historia especial. Se trata de dos oraciones a las que Dios responde de una manera que ayuda a todos. Pues ¡orar funciona!
Exaus Gabeya Mbiati no es feliz. Este músico talentoso quiere viajar de la República Democrática del Congo a Ghana. Pero no lo dejan llevarse la trompeta. Su madre, Rita, está triste. Al fin y al cabo, no puede permitirse comprar un instrumento nuevo. Pero ella no pierde la esperanza.
Por su parte, el Primer Pastor Kwapong está buscando. La comunidad Osu, en Ghana, ha fundado una orquesta. Algunos miembros compran instrumentos musicales y los donan a alumnos interesados. Solo hay un instrumento que nadie quiere tocar y que queda abandonado.
A fines de enero se celebra un Servicio Divino especial en la comunidad Osu. Se realiza un Bautismo. Y llega el momento en que el dirigente de la comunidad, el Primer Pastor Kwapong, saca la trompeta abandonada y se la entrega a Exaus. Ante el asombro de su madre, Rita, que vive en Osu desde hace dos años.
Rita había contado su historia al Primer Pastor. Él supo enseguida por qué la trompeta no había encontrado un receptor: había sido comprada en respuesta a una oración hecha en el Congo.
Naturalmente, Exaus tocó la trompeta durante el Servicio Divino. Y la comunidad se conmovió. Así informaba la página web de la Iglesia Nueva Apostólica de Ghana.