“¡Enfoquémonos en los elementos básicos de nuestra fe!” instó el Apóstol Mayor Schneider a los fieles durante el Servicio Divino de Pentecostés 2024. A continuación, explicó qué significa esto y cómo funciona.
“Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo”. Este pasaje de Judas 20 es el texto bíblico utilizado por el Apóstol Mayor para este sermón en Lucerna, Suiza, el 19 de mayo de 2024.
Explicó el contexto. En las décadas que siguieron al evento bíblico de Pentecostés, surgieron nuevas enseñanzas. La epístola de Judas reprende a los creyentes a rechazar estas enseñanzas y a detenerse a pensar en las enseñanzas de los Apóstoles. Incluso en la actualidad, surgen falsas doctrinas que deberíamos rechazar, dijo el Apóstol Mayor: “Pero eso no es realmente lo importante ahora,” dijo el Apóstol Mayor, refiriéndose a un desarrollo peligroso.
Una combinación valiosa
“El mensaje hoy es: no se trata solamente de creer en el mensaje de los Apóstoles, sino también construir nuestra vida sobre él”. Pero lo que puede observarse es que la fe a veces solo se ve como algo teórico, y ya no se la incorpora en la vida cotidiana. “Esto es peligroso para nuestra salvación”.
¿Por qué nos debilitamos en la fe? El Apóstol Mayor ve dos razones: existe una desilusión porque no se ha cumplido lo que hemos creído. Y hay incertidumbre cuando cambia la enseñanza y la prédica.
“Nuestra fe personal es compleja”, explicó. Nuestra fe se basa en la Biblia, en nuestra propia educación, en las experiencias que hemos tenido, en el sermón con sus interpretaciones, en imágenes e historias, y en las promesas que hemos escuchado. “Una linda combinación, muy valiosa”. Pero: “Todo esto no debe equipararse con la santísima fe”, de la cual habla el texto bíblico.
El centro de nuestra fe
El Apóstol Mayor Schneider delineó luego en qué consiste verdaderamente esta santísima fe:
- “Creemos en Dios, el Creador. Nada es imposible para Él. Puede hacer todo lo que quiera”.
- “Creemos en Jesucristo, en su muerte, resurrección, ascensión y retorno. Él nos ha revelado: Dios es amor. Quiere que todos los seres humanos se salven”.
- “Creemos en el Espíritu Santo. Dios hoy obra sobre la tierra a través del Espíritu Santo. No podemos verlo, pero podemos percibir su activar”.
- “Creemos en la vida eterna, en la salvación que Dios dará: la comunión eterna con Él”. Los que la deseen, ya podrán obtenerla en el retorno de Cristo, todos los demás en el reino de paz.
- “La Iglesia de Cristo, los Sacramentos y los Apóstoles enviados por Jesús son necesarios para la salvación”.
“¿Notan algo?”, preguntó el Apóstol Mayor: “Nada ha cambiado en las últimas décadas”.
Los elementos de la decisión
“Construyamos nuestra vida sobre estos cimientos”, pidió el Apóstol Mayor. Permitan que estos cinco elementos determinen nuestras decisiones en la vida cotidiana, recomendó:
- “Yo pienso así, la mayoría de la gente dice esto. Pero lo que dice Jesucristo es más importante para mí que cualquier otra cosa. La palabra de Dios debería decidir mi vida”.
- “Pase lo que pase, confío en la omnipotencia de Dios y en su amor”.
- “Me esfuerzo ante todo por la vida eterna, por mi comunión personal con Dios: en el cielo por una eternidad, pero también hoy”.
- “Quiero cumplir el doble mandamiento del amor: el amor a Dios y a mi prójimo. Lo que hago, lo hago por amor y gratitud, y no basado en el cálculo
- “Por sobre todo, la Iglesia está allí para nuestra salvación. Todo el resto es secundario. Y si algo no está bien en estos asuntos secundarios, esto no debería impedirme ir a la Iglesia”.
“Esta es nuestra fe, y esto es a lo que me quiero aferrar”, dijo para concluir el Apóstol Mayor. “¡Enfoquémonos en los elementos básicos de nuestra fe!”