Dios ama sin límites. Jesús ayuda a identificar el mal y a confiar en el verdadero bien. Y cada creyente ha sido llamado a cooperar en su gran propósito. Los mensajes principales de los Servicio Divinos de marzo de un vistazo.
El mes de marzo marca el inicio del tiempo de la pasión. Durante cuarenta días hasta el Sábado Santo la tradición cristiana llama al arrepentimiento y a recordar a Jesús y su sufrimiento. Después del Servicio Divino en ayuda para los difuntos del primer domingo, los Servicios Divinos de marzo estarán enfocados, por lo tanto, en las múltiples facetas relacionadas con el acontecimiento pascual.
Dios siempre está presente
Dios lo sabe todo y lo ve todo. Para algunos esto puede sonar como una amenaza. Pero también es un consuelo: Dios lo sabe todo sobre cada individuo y lo ama. A pesar de todos sus defectos, Dios ama a todos los seres humanos.
“Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra” (Salmos 139:9-10) forma parte del texto bíblico del primer domingo y significa algo así como: nada puede detener a Dios. No hay límites para Él. Ni siquiera los límites de la muerte pueden detener a Dios. Él brinda su amor y su ayuda a vivos y muertos por igual.
Jesús lucha contra el mal
Jesucristo luchó contra el diablo y salió victorioso. Cuando el diablo sea atado en la eternidad, ya nadie podrá dudarlo.
El segundo Servicio Divino dominical de marzo trata de la batalla de Jesús contra el mal.
- Cuando el diablo intenta destruir la confianza en Dios, Jesús muestra a los seres humanos el amor perfecto de Dios.
- Cuando el diablo hace que las personas se vuelvan arrogantes, Jesús les muestra que dependen de la ayuda de Dios.
- Y cuando el diablo hace que las personas confíen en él, Jesús muestra su verdadera naturaleza.
Jesús habla del reino de Dios
Ya en el Antiguo Testamento, el pueblo de Israel no permaneció fiel a su Dios y siguió acudiendo a otros dioses. Los israelitas esperaban que los dioses pudieran darles algo que no obtenían de Dios. ¿Dios como solucionador de problemas y garante de la prosperidad terrenal? No, Dios es más que eso. Jesús lo demostró transmitiendo que no se trata solo de satisfacer los deseos personales, sino de construir una relación de amor entre Dios y los seres humanos. Jesús mostró que ¡el reino de Dios está cerca!
Sin embargo, Dios no es indiferente a los deseos y problemas personales de sus hijos. A quien le ora, le dará la fuerza necesaria con la que podrá superar deseos y problemas.
Jesús sirve a los seres humanos
A Jesús no le gustaba que lo sirvieran. De Marta se dice que le preparó a Jesús algo de comer, y de la suegra de Simón que le sirvió a Jesús por gratitud a que la había curado. Pero al menos a Marta la reprendió diciéndole que más bien debía escuchar. Porque con lo Él que hablaba, servía a los seres humanos. Les mostraba el amor de Dios.
Pero esto no significa que como cristiano uno pueda simplemente dejar que Jesús lo sirva. No, según la interpretación nuevoapostólica, los propios creyentes también deben servir, siguiendo así el ejemplo de Jesús. Esto significa, entre otras cosas, ayudar al prójimo, ya sea materialmente o llevándole el Evangelio, incluidos los hermanos y hermanas de la comunidad. ¡Hasta una sonrisa puede ayudar!
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