Durante su visita a Tailandia, el Apóstol Mayor viajará en el tiempo. Esto se debe a que allí el calendario budista va varios años por delante del calendario cristiano. En primer lugar, habrá un viaje en el tiempo a los comienzos de la Iglesia Nueva Apostólica en Tailandia.
El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider superará una diferencia de 543 años cuando celebre el domingo un Servicio Divino en Chiang Mai (Tailandia). Esto se debe a que alrededor del 94% de todos los habitantes de Tailandia son budistas. Y utilizan un calendario que comienza con el año de la muerte de su fundador religioso, Buda Siddharta Gautama, en el año 543, antes que el calendario cristiano. El calendario se orienta en el sol y la luna, y las fiestas se basan en la luna. Como en el calendario budista el miércoles está dividido en dos, la semana tiene ocho días. 2024 es el año 2567 en Tailandia.
Afortunadamente, en la actualidad se utiliza el calendario gregoriano para las fechas internacionales. Este calendario, que se basa en el curso del sol, se inicia con el año de nacimiento de Jesucristo y se remonta al Papa Gregorio XIII.
En la oreja del elefante
El 17 de marzo de 2024, según este calendario cristiano, el Apóstol Mayor celebrará un Servicio Divino en la séptima ciudad más grande de Tailandia. La ciudad del norte del país se asienta como un botón en la oreja del elefante –como es la forma a la que se asemeja el país tailandés–. Chiang Mai es el centro económico y cultural de la región septentrional y está situada a orillas del río Mae Nam Ping, a unos 300 metros de altitud. La ciudad, de unos 130.000 habitantes, está rodeada por montañas y por sus barrios, que suman una población de alrededor de 1,2 millones de habitantes.
No solo el cálculo del tiempo de Tailandia parece futurista para otras culturas. Este país muy industrializado también está muy desarrollado económicamente. Está muy por delante en índices como el Índice de Competitividad Global, que mide la competitividad de un país, y el Índice de Libertad Económica.
Comienzo con dificultades
Regreso al pasado: antes de la llegada de los tailandeses en el siglo XI, se cree que en la actual Tailandia predominaban el hinduismo, el shivaísmo y el budismo mahayana. Hoy, la mayoría de los habitantes son budistas. El Estado protege y promueve el budismo, pero también todas las demás religiones, así como la libertad religiosa en el país.
Esta también fue la experiencia de los primeros miembros de la Iglesia Nueva Apostólica, que comenzaron a transmitir su fe en Tailandia en 1979. En el calendario de la revista “Nuestra Familia” de 1987, el Apóstol y más tarde Ayudante Apóstol de Distrito Ernst Horn informa sobre los viajes misioneros al país, que a veces fueron muy exitosos, pero que otras veces también encontraron dificultades.
Por ejemplo, cuando en febrero de 1986 quiso dispensar el Sacramento del Santo Sellamiento a algunos niños. Se dio cuenta de que habían acudido menos niños al Servicio Divino, que estaba programado para un día laborable. El entonces Evangelista se enteró de que un profesor de la escuela local había hablado negativamente de la Iglesia y no les había concedido la exención de clases.
El dijo entonces: “Nuestro rey ha decretado la total libertad religiosa para este país. Todo el mundo puede creer lo que quiera y profesar a quien quiera”. Aunque lo que mencionó fue eficaz, ya era demasiado tarde para el Servicio Divino, pues el Apóstol tuvo que desplazarse al día siguiente para realizar visitas urgentes de asistencia espiritual.
Desarrollo en el país y en la Iglesia
Uno de los primeros en difundir la fe nuevoapostólica en Tailandia fue el Apóstol Fred Wolf. Ya de adolescente le gustaba viajar desde su Alemania natal a tierras lejanas, entre ellas Tailandia. Después de formarse como técnico en maquinarias agrícolas, se presentó al Instituto Alemán de Ayuda al Desarrollo y comenzó a formar a jóvenes en el trabajo agrícola en Tailandia.
En Alemania era Diácono, pero en Tailandia no había ninguna Iglesia donde practicar su fe. Cuando preguntó qué debía hacer, la respuesta de los portadores de ministerio fue sencilla: fundar una comunidad. Recibió cartas de asistencia espiritual y hostias consagradas. Siempre que podía viajaba por Tailandia con el que más tarde sería el Ayudante Apóstol de Distrito Ernst Horn.
“Él me ordenó en el ministerio de Pastor en las montañas del norte de Tailandia”, relató el Apóstol Wolf en una entrevista. Esto le permitió celebrar Servicios Divinos, al principio para él solo y más tarde también para su esposa Sunisa Ann Tateyapum. “El siguiente paso fue asistir a los Servicios Divinos en la capital del país”, relató más tarde en el calendario “Nuestra familia” de 2020, “lo que suponía un viaje en ómnibus de diez horas de ida y diez de vuelta. Éramos un puñado de hermanos y hermanas en el Servicio Divino”.
Nuevas palabras para la nueva fe
Al terminar su contrato, Fred Wolf quiso regresar a Alemania, pero su Apóstol competente, Ernst Horn, le contestó: “No puedes irte a casa, te necesitamos. Te necesito en Chiang Mai”. Y cuando Fred Wolf ya había hecho las valijas porque ya no tenía trabajo, recibió una llamada con una oferta de empleo en Chiang Mai.
Fred Wolf y Ernst Horn hicieron juntos muchos viajes misioneros por Tailandia. El primero hablaba tailandés, la lengua oficial, lo que facilitaba muchas cosas, pero no siempre, como él mismo relataba: “Nuestro vocabulario de la Iglesia no está en tailandés. Si quería explicar a alguien los niveles ministeriales de la Iglesia, por ejemplo, tenía que inventarme palabras”.
El domingo los hermanos y hermanas en el país esperan la visita del Apóstol Mayor. El Servicio Divino será transmitido a toda el área del Apóstol de Distrito Edy Isnugroho.