El comienzo del final – el principio de lo nuevo
Jesús entra en Jerusalén montado sobre una asna. Algo inaudito para muchos de los presentes, pues se lo esperaba como el Mesías y había sido anunciado como un rey. ¡Y ahora eso! Al término de la semana se dará muerte a Jesucristo.
Es una semana muy conmovedora en el calendario litúrgico: Santa Cena, lavacro de pies, traición, arresto, juicio público convertido en una farsa, tortura, crucifixión, resurrección el tercer día. El que quiere experimentar la doctrina cristiana con todos sus sentidos, queda completamente satisfecho en estos días.
Viene el Rey de paz
Todo comienza el Domingo de Ramos, que se llama así porque en aquella época cuando el Señor entró en Jerusalén la multitud cubrió el piso con hojas de palmera. Había gran júbilo y se podían escuchar gritos de triunfo. Los romanos, la potencia de ocupación, tenían que saber que el Rey anunciado traería la victoria. Pero no venía con un ejército y con armas, sino en una asna, pacíficamente y sin declaración de guerra.
¿Qué significa esto?
¿Qué significa hoy el Domingo de Ramos para nosotros, los cristianos? Aquí algunas declaraciones personales al respecto:
Björn (35) de Alemania: «Domingo de Ramos es el día de las falsas expectativas y de los malentendidos. Al mismo tiempo, es el día de la humildad y de que están muy próximos el Viernes Santo y la Pascua».
Karin de Brasil: «Domingo de Ramos es un día importante para los cristianos. Se les recuerda la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. En las comunidades nuevoapostólicas de Brasil no es diferente. El coro entona cánticos que tienen que ver con el tema del Domingo de Ramos y el altar es adornado con ramas de palmera y flores».
Adam (33) de los EUA: «Domingo de Ramos es el comienzo de la semana de la pasión que termina en la fiesta de Pascua. Lo especial es que comienzan los últimos días de Jesucristo sobre la tierra, pero al mismo tiempo es tan importante para nuestra redención».
Brent (36) de Sudáfrica: «Domingo de Ramos significa aceptar a Jesús y reconocer a Cristo como el Rey eterno. Fue recibido como un Salvador y Rey material, por personas que tenían expectativas terrenales».
Eko (47) de Indonesia: «Todavía recuerdo bien cómo nos contaba con tanta euforia nuestra maestra de la escuela dominical cuando éramos niños sobre la entrada del Señor en Jerusalén, cuando llegó montando la asna y el pueblo extendía su vestimenta sobre el camino. Años más tarde yo mismo les conté a los niños de la escuela dominical sobre este memorable acontecimiento. Increíble».
Immanuel (51) de India: «Domingo de Ramos es la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Hoy nos recuerda que no equiparemos a Jesús con las autoridades mundanas. El hecho de que Jesús en seguida entró en el templo y lo limpió, también es para nosotros un claro mensaje de que el templo debe ser una casa de oración y no otra cosa».
Indira (40) de India: «Leemos en la Sagrada Escritura que el Domingo de Ramos el Señor entró en Jerusalén sobre una asna, era como una gran procesión. Igual es en mi comunidad en Hyderabad: Antes del Servicio Divino de Domingo de Ramos nos reunimos con tambores y hacemos música. Ponemos palmas y con ellas adornamos el altar».
Darío (37) de Argentina: «Jesús quiere ingresar a mi casa-corazón».
Geoff (68) de Australia: «El Domingo de Ramos recuerda la alegría de cuando Jesús entró en Jerusalén. Pero también recuerda que permanentemente era traicionado y rechazado».
Lauren (35) de Australia: «Aunque Jesús fue recibido como un Rey cuando entró en Jerusalén, el Domingo de Ramos nos recuerda que el reino de Jesús es mucho más grande que el de los reyes terrenales, por el sacrificio que Él ofreció por nosotros».
Gunnar (55) de Alemania: «Domingo de Ramos es el comienzo del camino más difícil por el que haya transitado un ser humano. También lo llamamos el «camino de la cruz del Señor». Nadie lo tiene que repetir, pues al final de este camino Jesucristo pudo exclamar: ¡Consumado es! El sacrificio por el mundo».