
“Es tiempo de hacer el bien”. El lema 2025 es mucho más que un llamamiento moral. Solo puede entenderse correctamente si se tiene en vista el retorno de Cristo. La explicación del Apóstol Mayor.
“El Servicio Divino tiene como objetivo fortalecer la esperanza en el pronto retorno de Cristo y preparar a los creyentes para la venida del Señor”. Sobre esta frase del Catecismo (Catecismo INA 12.1.5) llamó la atención el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider.
Porque “para muchos cristianos, esto ya no es un tema”. Pero, “¡hermanos y hermanas, aferrémonos a esta fe! Por eso tenemos el lema para este año”. Y que también significa: “Hoy es tiempo de prepararnos para el retorno de Cristo”.
Esto es lo que dijo el máximo dirigente de la Iglesia en el Servicio Divino de Año Nuevo, el 5 de enero de 2025 en San Gall (Suiza). La prédica se basó en Gálatas 6:9-10: “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe”.
Hacer el bien a uno mismo
¿Y qué es el bien? “El bien es lo que corresponde a la voluntad de Dios. El bien es lo que corresponde al ejemplo de Jesucristo”. También este año, el objetivo es actuar como Jesucristo en palabras, obras y pensamientos.
“Por supuesto, esto lleva tiempo”. Sin embargo, “no tenemos tiempo, estamos tan ocupados, tenemos tanto que oír y leer y ver y experimentar”. El consejo del Apóstol Mayor: “Tomémonos tiempo para mirar en nuestro interior. Tengo mi futuro bajo control. Esto es en lo que quiero convertirme. Esto es lo que quiero hacer. Ya es hora de que nos tomemos tiempo para nuestra salvación”.
Hacer el bien a los hijos
“Asocio esto a otro llamamiento. Y esto es algo que me toca muy de cerca”, subraya el dirigente de la Iglesia. “Esto concierne a los padres, pero también a toda la familia, a toda la comunidad. Es tiempo de hacer el bien a nuestros niños”.
“El mayor bien que podemos hacer por ellos es plantar el Evangelio en su corazón”. Porque “no importa lo que venga después, tienen un punto de apoyo, tienen una guía en su vida”. Aunque en este momento no les interese: “Quién sabe, si la semilla no brota hoy, tal vez lo haga mañana. No nos rindamos”.
Hacer el bien a todos
“Hagamos el bien a nuestro prójimo”, añade el Apóstol Mayor. “Es tiempo de hacer el bien a todos. ¿Por qué exactamente? Porque es un tiempo malo”. No se trata de un llamamiento moral a “ser amables unos con otros”. Más bien, “es tiempo de hacer el bien en el sentir del Evangelio”.
Jesús lo definió muy claramente: “Haz a tu prójimo lo que quisieras que alguien en algún momento te hiciera a ti”. Pero, “no esperes a que alguien te lo haga”. Porque “entonces no estás viviendo como corresponde al ejemplo de Jesucristo. Él hizo el bien sin calcular, sin esperar nada a cambio”.
Hacer el bien en la comunidad
Y luego hay una conclusión extraña en el pasaje bíblico: “y mayormente a los de la familia de la fe”. Entonces, “¿debemos hacer más bien a los hermanos y hermanas en la comunidad porque son nuevoapostólicos?”. Esto también solo puede entenderse si se tiene en vista el retorno de Jesús.
“Dios quiere que los seres humanos vuelvan a estar en comunión con Él. Para ello, ha creado un plan de redención”, explica el dirigente de la Iglesia. “La próxima etapa es el retorno de Cristo”. Y luego viene el anuncio del reino de paz, donde Jesús y los suyos ofrecen la salvación a todos los seres humanos. Así que, “Dios quiere preparar estas herramientas ahora, hoy, en este tiempo”.
“Por eso es tan importante que hagamos el bien en nuestro tiempo, en la comunidad, a nuestro hermano, a nuestra hermana”, dice el Apóstol Mayor para concluir: “En concreto, esto significa ayudarlos a permanecer fieles, consolarlos, fortalecerlos, apoyarnos unos a otros para que podamos permanecer fieles, para que podamos hacer la voluntad de Dios”.