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El Diácono, un vínculo entre la base y el Pastor

abril 17, 2015

Autor: Peter Johanning

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¿Qué hace en realidad un Diácono? ¿Sigue siendo este ministerio acorde a la época actual? ¿Qué tareas concretas ejecuta en la comunidad?

En las Iglesias regionales africanas, los Diáconos son una parte viva de la comunidad. Apóstol de Distrito Charles Ndandula de Zambia: «Nuestros Diáconos están mucho en camino. Visitan a hermanos enfermos o a familias en visitas regulares. Se ocupan de todos los miembros de su respectiva comunidad». Y el Apóstol de Distrito Michael Deppner sabe informar que los Diáconos en el Congo están muy orgullosos por representar a su comunidad, ante todo hacia afuera: «Casi no es necesario delegarles el trabajo, ellos de todas formas se ocupan de cada uno». En el área congolesa del Apóstol de Distrito Tshitshi Tshisekedi los Diáconos frecuentemente van los domingos por la mañana a lo de las familias para pasarlas a buscar para el Servicio Divino, pues todos se deben sentir parte de la comunidad. Esto lo llaman: «movilización“.

El Diácono, un servidor de Dios

«El término ‘Diácono’ tiene su origen en el griego y significa ‘servidor’. Los Diáconos ayudan de múltiples maneras en la comunidad. Además, su tarea es apoyar a los Pastores en su trabajo de asistencia espiritual», dice el Catecismo nuevoapostólico en el punto 7.9.2. También puede leerse allí que hoy ya no se coloca el ministerio de Subdiácono porque responde en su naturaleza al ministerio de Diácono.

El Diácono, por lo tanto, ocupa su propio escalón dentro de la jerarquía ministerial, está casi al principio. ¡Pero cuidado! La jerarquía no es una escalera en que la que paso a paso se va subiendo. El ministerio de Diácono es más bien totalmente autónomo. Es un ministerio de ayuda y amor al prójimo, de dedicación y cercanía. En la epístola a Timoteo, el Apóstol Pablo escribe que «deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas». En cambio deben guardar «el misterio de la fe con limpia conciencia». Una prueba a la que sean sometidos primero, debe mostrar «si son irreprensibles».

Tareas concretas

Ya desde el principio, el ministerio de Diácono tenía, por ende, un puesto concreto en la vida de la comunidad. No es solo un escalón de paso en el camino hacia el ministerio de Pastor. Aunque su nombre deriva del griego διάκονος (servidor, ayudador) –la dedicación al prójimo por cierto que constituye el núcleo de su tarea– los Diáconos como ministros religiosos de la Iglesia Nueva Apostólica también realizan actualmente asistencia espiritual.

Apoyan a los Pastores en la comunidad. Incluso pueden realizar Servicios Divinos sin actos sacramentales. Los detalles al respecto se encuentran regulados en las disposiciones sobre la liturgia de la Iglesia Nueva Apostólica, donde dice: «Cuando no hubiere a disposición un ministerio sacerdotal, los Diáconos pueden realizar Servicios Divinos de palabras en el horario regular de los Oficios. Esto no debería tener lugar sin un acuerdo previo con el respectivo Diácono y con el Apóstol competente. Cuando el portador de ministerio sacerdotal imprevistamente no concurra al Servicio Divino, un Diácono debe realizar un Servicio Divino de palabras». De manera tal, el Diácono también puede hacerse cargo de tareas litúrgicas (edición especial de los Pensamientos Guías, Liturgia de los Servicios Divinos de la Iglesia Nueva Apostólica, volumen 2: Formas especiales del Servicio Divino, 2013).

Foto: Oliver Rütten

abril 17, 2015

Autor: Peter Johanning

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