Jesucristo sana, también aquí y ahora. La base para ello es la fe. Pero ni siquiera eso es suficiente: el diagnóstico de un Servicio Divino con el Apóstol Mayor.
Predicar en una iglesia vacía… y, sin embargo, el Servicio Divino del 17 de enero de 2021 contó con unos 23.000 participantes gracias a que se hizo por vídeo desde Estrasburgo (Francia) hasta Norteamérica, como decía el lema a causa del coronavirus.
La base bíblica para el mismo provino de Mateo 17:15-16: “Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. Y lo he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar”.
Jesús mismo curó al joven que no oía ni veía en sus ataques epilépticos, además de que se lo consideraba poseído por un espíritu impuro. Así lo explicó el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider y preguntó: ¿qué significa este milagro?
Para el cristiano, ir a la iglesia no es suficiente
Para entenderlo, es necesario conocer el trasfondo cultural. Para los judíos de aquella época estaba claro que cualquiera que cayera enfermo había pecado. Estas personas eran consideradas impuras y se las dejaba a los márgenes de la sociedad.
“Jesús quería mostrar: Mirad, soy enviado por Dios para traer la salvación”, explicó el máximo dirigente de la Iglesia. “Los pecados son perdonados, puedes tener comunión con Dios, puedes tener comunión con el pueblo de Dios. Este es el sentido del milagro hecho por Jesús”.
Pero Jesús deja clara en cada oportunidad la premisa central: “Tu fe te ha salvado”. Y “Al que cree todo le es posible”. Sin embargo, esta fe debe ser verdadera. No es suficiente con llamarse cristiano, ir a la Iglesia regularmente y orar. La verdadera fe significa hacer la voluntad de Dios cada día.
Experimentar los poderes curativos de Jesús hoy
El Apóstol Mayor subrayó que los poderes curativos de Jesucristo también se pueden experimentar hoy en día:
- “Él quiere redimirnos, quiere sanar nuestra alma. Este es un proceso continuo”.
- “Incluso en los momentos más difíciles, podemos experimentar su amor, su bondad, su cercanía. Jesús nos consuela”.
- “A través de su doctrina, también quiere expulsar a los espíritus impuros. Tales espíritus malignos se reconocen por el hecho de que alejan de Jesucristo. Cuando están inspirados por el Espíritu Santo, su fruto es paz, amor, bondad, dominio propio”.
- “Hoy en día esto es un peligro para muchas personas, especialmente en tiempos difíciles. Se vuelven sordomudos. Ya no les importa el destino de los demás. Tú eres un testigo de Jesucristo. No lo olvides”.
El Maestro sigue trabajando
El relato de la curación del joven epiléptico muestra una peculiaridad, continuó el director de la Iglesia: a pesar de la autoridad que les había sido dada, los discípulos no pudieron ayudar al joven. Jesús les explicó la importancia de la oración y el ayuno. El Apóstol Mayor Schneider también lo trasladó a la actualidad:
- La disminución del número de miembros en algunas partes del mundo ciertamente pone en duda la autoridad de los Apóstoles. Esto exige confianza: “El Maestro sigue allí, y el Maestro es Jesucristo. Cuida a su rebaño. Él cumplirá su Obra de salvación”.
- Recibir los actos de salvación a través de los Apóstoles no conduce por sí mismo y automáticamente a la salvación: “Debemos orar, luchar por nuestra salvación. Por favor, Dios, dame tu gracia”.
- En términos espirituales, el ayuno significa centrarse en lo esencial, dijo. “Por supuesto, tenemos mucho que cuidar en nuestra Iglesia”. Pero “lo esencial es perseverar en la doctrina de los Apóstoles, en la comunión, en las oraciones y en el partimiento del pan”.