La Biblia habla del galardón, pero nadie puede ganárselo, ¿cómo es eso? Muy fácil, el mérito lo tiene solo Jesús. Y comparte el galardón con los que lo siguen. Pensamientos de un Servicio Divino oficiado por el Apóstol Mayor.
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Foto: NAC Sydney
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Finalmente, después de ocho años el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider pudo estar de nuevo en Sydney (Australia). El 1° de mayo de 2022 celebró un Servicio Divino basado en el texto bíblico de Apocalipsis 22:12: “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra”.
Un texto bíblico complicado…
Tomado literalmente, el texto bíblico podría entenderse en el sentido de que el creyente es recompensado por su buen comportamiento y recibe lo que merece. “Y todos estamos convencidos de que nos merecemos lo mejor”, dijo el Apóstol Mayor. Pero el galardón es la vida eterna y la perfecta comunión con Dios. ¿Y quién puede decir de sí mismo que merece la vida eterna? “El único que merece la vida eterna, la comunión con Dios, es Jesucristo, porque fue el único que no tuvo pecado. Nadie más puede ganarse la vida eterna. Nadie puede ganarse la salvación. Así que, como vemos, es un texto bastante complicado”.
… explicado en forma simple por el Apóstol Mayor
Pero el Apóstol Mayor trató de hacer comprensible este enunciado bíblico: “Os propongo mi solución: No es nuestro galardón, es su galardón”. Por gracia, los creyentes pueden participar en este galardón. Jesús lo comparte:
- Él vivió sin pecado. “Quiere compartir ese galardón con nosotros y nosotros podemos participar en su galardón por gracia”.
- Él recibió el cuerpo de resurrección. “Recibiremos el mismo cuerpo y seremos transfigurados a su imagen”.
- Dios dio a Jesús toda la potestad en el cielo y en la tierra (Mateo 28:18). “Con esta potestad llevará a su Obra Redentora a la consumación y nos conducirá a la nueva creación”.
- Dios también le dio autoridad de hacer juicio (Juan 5:27). “Cada uno será juzgado según su palabra y según Jesucristo”.
No es una amenaza, sino una promesa
“Para recibir el galardón, debemos hacer la obra de Dios. La obra no es solo el número de buenas acciones que hemos hecho, la obra es el trabajo de nuestra vida”. Para poder compartir el galardón de Jesús, debemos
- creer en Jesucristo,
- amar a Dios y al prójimo,
- ser semejantes a Jesús,
- comportarnos como miembros del cuerpo de Cristo y
- permanecer activos y velando hasta que Jesús venga otra vez.