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«El ministerio es tan grande y el hombre tan pequeño»

septiembre 29, 2015

Autor: Andreas Rother

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Deseos y realidad, el ministerio y el hombre. Este campo de tensiones llevó a momentos conmovedores en el último Servicio Divino para portadores de ministerio de Europa: el Apóstol Mayor pidió perdón.

Los portadores de ministerio como servidores de Dios y como servidores de la comunidad. Este fue el tema del Servicio Divino el 27 de septiembre de 2015 en Düsseldorf/Alemania. Por transmisión de vídeo estuvieron conectados los siervos activos y en descanso de Europa. Varias veces el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider convocó a la humildad. En seguida al comienzo de su prédica dejó en claro lo principal que forma parte de ella.

Grandeza y santidad de la tarea

«Es nuestra creencia que el Señor Jesús les ha dado a los Apóstoles una tarea muy especial, santa y grande: debemos anunciar el Evangelio, ofrecer salvación y preparar la novia del Señor», dijo el Apóstol Mayor. «Y cuanto más nos ocupamos de esto como Apóstoles, tanto más santa nos será esta tarea y tanto más grande se volverá nuestra convicción de que no lo lograremos».

«Esto me compete en primer lugar a mí en el servicio del ministerio de Apóstol Mayor, que no estamos a la altura de esta santidad y de esta grandeza», aclaró. «No lo logramos porque el Apóstol Mayor y todos los Apóstoles todavía somos hombres imperfectos».

Desilusiones y heridas

«A partir de esto a veces surgen dificultades, y a veces los hermanos están un poco desilusionados porque el ministerio de Apóstol es tan grande y el hombre tan pequeño. A veces uno u otro incluso se siente herido porque justamente los Apóstoles no son tan santos como su ministerio», prosiguió el Apóstol Mayor.

«Aquí quisiera disculparme en nombre mío y en nombre de todos los Apóstoles y pedir: Por favor, perdonáos. Perdón si hemos herido a alguien, si hemos desilusionado a alguien. Os prometemos: nos esforzaremos una y otra vez para cumplir nuestro apostolado aún mejor».

«No os dejéis apartar de Jesús»

No fue la primera vez que el Presidente de la Iglesia reconoció la falibilidad de los Apóstoles: «A veces debéis sufrir por nuestra imperfección», les dijo a los siervos de Indonesia el 27 de junio de 2015. «Ningún Apóstol es perfecto, ningún Apóstol Mayor es perfecto, y vosotros nos perdonáis. Nos regaláis vuestro amor y apoyo a pesar de nuestras debilidades, por lo que estamos agradecidos. Hacemos todo lo que podemos para mejorar».

Y aún de mayor alcance fue la confesión del 5 de julio de 2015 en el Servicio Divino en Saarbrücken. «Llamamos a todos los que han dejado al Señor por cualquier motivo: os damos una cordial bienvenida», dijo el Apóstol Mayor Schneider durante la Santa Cena para los difuntos. «Cuando nosotros, cuando la comunidad, cuando la Iglesia haya hecho algo mal, pedimos perdón. Venid por favor, no os dejéis apartar de Jesús por nuestra imperfección».

En una línea con los antecesores en el ministerio

Para el Apóstol Mayor estas confesiones no son momentáneas, sino un encargo del ministerio: «El ministerio de Apóstol es el ministerio de la reconciliación. Así nos dice la Escritura», explicó en octubre de 2014 en una entrevista. Forma parte de ello ante todo, reconocer los propios errores. «Nos lo proponemos seriamente, no es sólo un enunciado de nuestro Catecismo, sino que es nuestro profundo deseo cumplir esta voluntad de Dios».

Con esta actitud, el Director de la Iglesia sigue totalmente la tradición de sus antecesores en el ministerio. «Me extiendo, también en nombre de la Iglesia, hacia la reconciliación», había dicho el Apóstol Mayor Wilhelm Leber en el Día de la Juventud Europea 2009 dirigido a la Comunidad Apostólica. «Sí, también de parte nuestra, de parte de la Iglesia Nueva Apostólica, se han cometido errores».

Aprender de los errores

Y el Apóstol Mayor Richard Fehr confesó en una colaboración para la revista «Nuestra Familia» en enero de 1996: «Donde haya personas que trabajen juntas, salen a la luz errores. Así en el pasado no se ha podido impedir siempre que en nuestra Iglesia se cometiesen errores, esto tampoco puede excluirse en el presente ni en el futuro». Lo importante es: «Aprender de los errores con la convicción de que todos todavía somos imperfectos».

En los próximos días nac.today informará con mayores detalles sobre el Servicio Divino realizado en Düsseldorf.

Foto: NAC Cape

septiembre 29, 2015

Autor: Andreas Rother

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