El padre del principio de la «responsabilidad personal»
Gentil y enérgico al mismo tiempo, un precursor y un compañero de ruta, así fue el Apóstol Mayor Hans Urwyler. Hoy cumpliría 90 años.
«En cada Servicio Divino ponía todo su corazón, se podía sentir su alma en cada palabra que escribía, su espíritu luchaba antes de cada decisión que tomaba, cada mirada y cada apretón de manos irradiaba calidez de corazón», así caracterizó el Apóstol Mayor Fehr a su antecesor en el ministerio.
Infancia feliz
Hans Samuel Urwyler nació el 20 de febrero de 1925 como el primero de tres hijos varones de padres nuevoapostólicos. Describió a su infancia y su juventud como hermosas y llenas de afecto. Después de la escuela aprendió la profesión de mecánico especializado en máquinas y obtuvo el diploma de técnico en automotores. Más tarde se independizó como comerciante.
Recibió su primer ministerio en la Iglesia en 1949 cuando fue instituido como Subdiácono. Después de diferentes ministerios fue ordenado en 1969 como Obispo. En 1978 el Apóstol Mayor Ernst Streckeisen le confió el ministerio de Apóstol y al mismo tiempo lo nombró su sucesor como Apóstol de Distrito para Suiza. Cuando el Apóstol Mayor falleció en 1978 en forma inesperada durante un viaje al exterior, todavía no había sido establecida su sucesión. El 18 de noviembre de 1978 una asamblea extraordinaria de Apóstoles elige a Hans Urwyler en Zúrich como el nuevo Apóstol Mayor.
Una circular que marcó tendencia
Su actividad ministerial está ligada inseparablemente con un concepto: responsabilidad personal. Esto se remonta a la circular del año 1986 dirigida a todos los portadores de ministerio. «Pensamientos concernientes a la instrucción de los hermanos sobre concubinato, homosexualidad y la exclusión de la Santa Cena que esto implicaba», decía el título. Esencialmente trataba el tema de si a los creyentes que vivían en parejas sin libreta de matrimonio o en relaciones homosexuales se les debía impedir tomar la Santa Cena o si la Iglesia, al fin de cuentas, tenía el derecho de hacerlo.
La respuesta dada en las explicaciones de seis páginas de extensión era: «La responsabilidad de la participación de los hermanos en la Santa Cena no está a cargo del Apóstol Mayor, los Apóstoles y los siervos; nosotros no podemos decidir si los hermanos son dignos o no. Antes bien cada individuo es responsable por sí mismo». – Así fue como se originó el principio de la «responsabilidad personal» para los cristianos nuevoapostólicos, un principio que luego sus sucesores siguieron consolidando.
Numerosos impulsos
También fuera de esto el Apóstol Mayor dio numerosos impulsos al desarrollo de la Iglesia: cambió el punto culminante del año litúrgico de año nuevo a Pentecostés. Extendió el trabajo misionero a todo el mundo. Implementó la preescuela dominical para niños de cuatro a seis años. A su iniciativa, el Apóstol de Distrito Hermann Engelauf tomó contacto con la Comunidad Apostólica, como parte de un proceso que recientemente alcanzó un punto histórico al declararse la reconciliación entre ambas Iglesias.
Cuando Hans Urwyler asumió el ministerio de Apóstol Mayor, la Iglesia Nueva Apostólica contaba con 1,5 millones de miembros. Eran 4,5 millones cuando transmitió el ministerio a su sucesor. Pero los viajes misioneros afectaron seriamente su salud. En 1987 tuvo que interrumpir un viaje al África. Poco después tuvo un ataque de apoplejía, del cual se recuperó muy lentamente. Después de un segundo ataque, Hans Urwyler falleció a la edad de 69 años.
Un texto bíblico lo acompañó durante toda su vida: lo leyó en su carta de Confirmación, lo leyó en la cinta de una corona de flores en el funeral de su predecesor el día anterior a su llamamiento como Apóstol Mayor, y en esa palabra también se basó su propio funeral: Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección» (Apocalipsis 20:6).