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El pionero de Angola murió joven

agosto 25, 2015

Autor: Frank Schuldt

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«Fue un varón de Dios joven, de una profunda fe y con gran visión de futuro», describe el Apóstol de Distrito e.d. Armin Brinkmann a su colega, el Apóstol Sukami Landu Ronsard, el primer Apóstol de Angola. Murió el 27 de agosto de 1989 a la edad de 31 años en un viaje por una zona de guerra civil en África. Hoy se cumplen 30 años de su ordenación como Apóstol.

El 25 de agosto de 1985, hace 30 años, el Apóstol Mayor Hans Urwyler condujo un Servicio Divino en la sala Rudolf Oetker de Bielefeld, Alemania. Ese día fueron ordenados tres Apóstoles para tres países atendidos desde Renania del Norte Westfalia: Nicoló Augello para el norte de Brasil, Manuel Luiz para Portugal y Sukami Landu Ronsard para Angola. El Apóstol Ronsard tenía en ese momento 27 años y fue uno de los Apóstoles más jóvenes en la historia de la Iglesia. Su ordenación facilitó el trabajo en Angola, pues el Apóstol vivía en el país en forma permanente. Hoy el Apóstol Ronsard es considerado un precursor de la Iglesia Nueva Apostólica en Angola.

Uno de los primeros portadores de ministerio

Sukami Landu Ronsard conoció la Iglesia Nueva Apostólica en 1983. En aquel momento viajaron por primera vez a Angola, en África Sudoccidental, siervos nuevoapostólicos de Renania del Norte-Westfalia. Originalmente habían planeado seguir viaje al interior del país, pero por conflictos bélicos esto no fue posible, de manera que el grupo permaneció en la capital Luanda. Desde la independencia en 1975, se desencadenó en algunas provincias de Angola una violenta guerra civil entre los anteriores movimientos independentistas. Esta duró con breves interrupciones hasta 2002.

A través de un amigo, Sukami Landu Ronsard recibió el dato de que se encontraban en Luanda Apóstoles de la Iglesia Nueva Apostólica de Alemania. En aquel tiempo, Ronsard estaba casado y había vivido en 1981 un breve período en Alemania, donde había estado buscando la Iglesia correcta. De vuelta en Angola, fundó un grupo cristiano de jóvenes que se encontraban regularmente para conversar sobre la fe y que buscaban de lo profundo del corazón a Dios y a Apóstoles vivientes. Se llamaron a sí mismos los «aspirantes».

Después del encuentro con el grupo de viajeros entre los que estaban los Apóstoles Alfred Kusserow y Brinkmann, Sukami Landu Ronsard invitó a los siervos de Alemania a su casa. Luego de muchas conversaciones con los aspirantes, de este grupo recibieron el Sacramento del Santo Sellamiento treinta creyentes, el 6 de agosto de 1983. Sukami Landu Ronsard recibió en el mismo Servicio Divino el ministerio de Diácono. «Qué creyente era ese grupo de aspirantes, se puede reconocer también en que casi todos los hermanos que fueron sellados, más adelante estuvieron activos como portadores de ministerio», informa el Apóstol de Distrito e.d. Armin Brinkmann.

Acompañante en todos los viajes

Un mes más tarde, el Apóstol Brinkmann viajó nuevamente a Angola y fue con el Diácono Ronsard a Uíge, situada a unos 300 kilómetros de la capital Luanda. Fue el primero de muchos viajes que ambos pioneros de la Iglesia Nueva Apostólica en Angola hicieron juntos. «Sin él no hubiese resistido los numerosos viajes por el país asolado por la guerra civil. De la nada él podía conseguir un bidón de gasolina», recuerda el Apóstol de Distrito Brinkmann.

De regreso en Luanda, el Diácono Ronsard fue ordenado como Pastor. En la próxima visita del Apóstol Brinkmann recibió el ministerio de Evangelista. «Las ordenaciones tan rápidas estaban entonces a la orden del día», dice el Apóstol de Distrito Brinkmann hoy. Sukami Landu Ronsard le había llamado la atención muy rápido: era profundamente creyente, visionario, carismático y hablaba bien el portugués. Además tenía buenos conocimientos bíblicos. «En aquel tiempo estábamos por horas en camino con el auto, cada día conducíamos varios Servicios Divinos. Como no había que conversar sobre asuntos administrativos, podíamos hablar todo el día sobre la fe y la doctrina de la Iglesia», informa el Apóstol de Distrito en descanso.

A fines de 1983, el primer año de actividad de la Iglesia en Angola, habían surgido tres comunidades: Luanda, Uíge y Malanje. La Iglesia contaba con unos 300 miembros. Hoy, 32 años después, son unos 249.000 cristianos nuevoapostólicos que se reúnen en más de 2.000 comunidades.

Atentado al grupo de viajeros

En el año 1989 sucedió un hecho que conmovió a todo el mundo nuevoapostólico y que muchos recuerdan hasta el día de hoy. A comienzos del año todo indicaba que la situación reinante a causa de la guerra civil pronto entraría en calma; se había firmado una declaración conjunta entre el partido gobernante y los rebeldes. Así, en agosto el Apóstol Armin Brinkmann conjuntamente con los Apóstoles Ronsard y José António Livamba se dirigieron hacia el norte. El domingo 27 de agosto de 1989 celebraron un Servicio Divino en Uíge. Luego debían regresar a Luanda. El Apóstol Brinkmann insistió en salir rápido, ya que quería llegar a la meta antes de que oscurezca.

El Apóstol Livamba se quedó, los Apóstoles Brinkmann y Ronsard, así como otros portadores de ministerio, emprendieron el regreso en el jeep blanco. Cerca del mediodía, después de casi una hora de viaje, a la salida de Uíge tres hombres, sin aviso previo, abrieron fuego desde la derecha hacia el jeep del grupo. «Le dieron al Apóstol Ronsard, quien de inmediato cayó hacia un costado, con la cabeza sobre mi hombro», recuerda el Apóstol de Distrito Brinkmann. A él mismo un proyectil le hirió la pierna derecha. Debido a que el tiro había perdido fuerza por el acolchado del asiento del acompañante, no penetró en el cuerpo, pero el impacto paralizó la pierna. Una esquirla hirió la vena del brazo izquierdo, lo que llevó a una gran pérdida de sangre. Otra esquirla le dio al Apóstol Brinkmann en el labio. Los demás viajeros en la parte posterior del vehículo quedaron ilesos.

En seguida después de los primeros tiros, el Apóstol Brinkmann aceleró y llevó al vehículo, que por un milagro seguía andando, fuera de la zona de riesgo. «El Apóstol Ronsard respiraba con mucha dificultad. Todavía dijo: Apóstol, ahora voy a morir», informa el Apóstol de Distrito Brinkmann, quien después siguió conduciendo hasta una institución católica, donde pudo recibir atención médica.

El entierro del Apóstol Ronsard fue efectuado por el Apóstol Brinkmann pocos días después en Luanda. El Apóstol Ronsard dejó a su esposa Jacky y tres hijos. Su hijo mayor, Didier, siguió las huellas de su padre y sirve hoy como Evangelista y dirigente de una comunidad en Luanda.

Piedra conmemorativa recuerda al Apóstol Ronsard

En los cuatro años de su actividad, el Apóstol Ronsard colocó la piedra fundacional para el desarrollo hoy muy bendecido de la Iglesia en Angola, distingue hoy el Apóstol de Distrito e.d. Brinkmann a su colega y amigo. El Apóstol Ronsard fundó en muchas provincias del país las primeras comunidades, selló a cientos de creyentes y ordenó a muchos portadores de ministerio.

Actualmente una piedra conmemorativa a 25 kilómetros de Uíge recuerda a Sukami Landu Ronsard, el primer Apóstol angoleño de la Iglesia Nueva Apostólica. El Apóstol de Distrito Brinkmann inauguró el lugar conmemorativo en 2009 durante uno de sus viajes.

agosto 25, 2015

Autor: Frank Schuldt

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